A tono con la fecha y pese al feriado, las calles correntinas se vieron plagadas de ofertas de platos de locro, mbaipú y otras comidas típicas. En los alrededores de las celebraciones oficiales también se podían encontrar estos alimentos, algunos con las porciones ya vendidas de antemano para recaudar fondos, y otros con ofertas aprovechando el fervor patrio.
Con una preparación previa que arranca desde la madrugada, en varios barrios capitalinos se ofrecía ayer el tradicional locro, en competencia mano a mano con el mbaipú, que también tuvo muchos adeptos. Las ollas grandes desfilaban sobre las avenidas principales, con carteles anunciando la variedad del menú.
En este banquete tampoco podían faltar otras comidas típicas en celebraciones como las del 25 de Mayo, con ofertas de empanadas y pastelitos. Estos no solamente se podían comprar, sino que también gentilmente eran ofrecidos por los niños de los Centros de Desarrollo Infantil (CDI) durante el izamiento de la Bandera en la plaza.
“Me levanté a las 5.30, anoche los preparé así que a la mañana lo único que quedaba era fritarlos. Me encanta hacer estos trabajos, me gusta mucho”, comentó a El Litoral una vecina del barrio Esperanza, integrante también del CDI 8.
Si de precios se trata, vale decir que los cortes de carne que integran el locro sufrieron un aumento considerable en las últimas semanas, por lo que no era de extrañar que el alimento también tenga una suba en su importe. De acuerdo a lo que se pudo observar, las porciones rondaban entre 45 y 60 pesos. Ahora, si se lo buscaba en casas de comida, el número podía llegar a trepar hasta los $130.
Venta en la iglesia
En la iglesia La Merced, sede del Tedeum, un grupo de jóvenes pertenecientes a la parroquia ofrecían porciones de locro y otros alimentos para recaudar fondos.
“Somos diferentes grupos de la iglesia que estamos haciendo esta venta a beneficio. Por parte de la parroquia se están haciendo empanadas para recaudar fondos, y los jóvenes estamos haciendo locro para las misiones que tenemos que hacer. También están los monaguillos que venden pastelitos afuera”, comentó Belén a este medio.
Según contó, la venta anduvo bien ya que “ahora ya nos quedan pocas porciones gracias a Dios, estamos muy agradecidos”.
Asimismo, relató que “lleva bastante tiempo la preparación, porque la mayor parte de las cosas las cocinamos un día antes ya, entonces en el día se termina de cocinar todo. Ayer estuvimos limpiando tripas y cortando verduras”.
