En hoteles de la capital coincidieron en que tienen, hasta el momento, una ocupación media para enero, pero que esperan aumentar la demanda para el 8 de enero por el Gauchito Gil y desde el 17, cuando inicia la Fiesta del Chamamé. Para la celebración de Año Nuevo, en el Turismo y La Alondra tienen más del 90% de las habitaciones reservadas y los turistas son argentinos, paraguayos y brasileros.
“Desde el 28 hasta el 31 de diciembre tenemos todas las habitaciones ocupadas, luego va bajando. Para Año Nuevo vienen muchos extranjeros, de Brasil y Paraguay, y también argentinos. En enero, en general, tenemos una ocupación media, pero como es tendencia los últimos años reservan un día antes de llegar. La mayoría viene no más de tres días”, contó a El Litoral Juan Manuel del Hotel Turismo.
A la vez, en Orly comentaron que “hay muy buena perspectiva para enero”. “Tenemos reservas de argentinos y gente de Brasil; están llegando muchos por el festival del chamamé. En general vienen en promedio dos o tres días”, relató Raúl a este diario.
“Para Año Nuevo tenemos solo una habitación disponible, todas las demás están ocupadas. Se quedan no más de tres días y muchos ya están viajando hacia otro destino el 1 de enero. Por ahora tenemos una demanda baja para enero, pero esperamos que la ocupación sea completa desde el 6 al 8 y del 8 al 10 por el Gauchito Gil”, contó Carla de La Alondra.
Por otra parte, los carnavales correntinos también son motivo de una buena demanda en los hoteles de la capital, aunque sostienen que la mayoría son argentinos porque hay desconocimiento de este evento fuera del país. “Tenemos demanda para los carnavales y también para Semana Santa”, señalaron desde La Alondra.
En Turismo también indicaron que “hay mucha demanda para los carnavales; para esa fecha ya piden reserva con mucho tiempo de antelación”.
“Para los primeros días del año tenemos una ocupación del 50% y están llegando muchos de Paraguay. La mayoría viene no más de tres días. Los carnavales ya están siendo fecha de reserva”, dijo a El Litoral Ricardo del hotel Guaraní.
Así, Corrientes se mantiene como un “lugar de paso”.