El piso quinto está clausurado. Los ascensores, fuera de servicio. Dos policías están apostados en la entrada del edificio. Un empleado de seguridad sale a la vereda cuando se da cuenta de que Clarín empezó a hacer preguntas. También hay tensión en la recepción: según vecinos, hasta la semana pasada el ingreso no tenía mayores trámites. Hoy le piden DNI a cada uno de los que entran, les toman una foto y controlan su nombre en una lista. El que no está en esa nómina, no pasa. La extrema prevención no sorprende: según fuentes de la investigación, hay altas posibilidades de que el incendio haya sido intencional.
Este viernes se cumplió una semana de la tarde trágica en la que las llamas se apoderaron del quinto piso del ex hotel Las Naciones, una torre de 28 plantas ubicada en Corrientes 820. Según fuentes de la investigación, el fuego no pasó del vestíbulo del quinto piso, aunque el humo sí se propagó a niveles superiores. Las cinco víctimas murieron en esa planta. Ahora se trata de determinar si dos de esas personas murieron en el ascensor, donde ingresó el fuego cuando se abrieron las puertas al llegar al piso afectado. Esos elevadores aún no fueron habilitados, como así tampoco este quinto nivel.
De los motivos de las llamas hay aún menos precisión: la causa está caratulada inicialmente como incendio seguido de muerte, contemplado en el artículo 186 y subsiguientes del Código Penal. Si se comprobara la sospecha de que fue intencional, la carátula cambiaría a incendio doloso seguido de muerte y deberán determinarse las condiciones de la torre.
Lo concreto es que se trata de un edificio con diversidad de usos: hay oficinas, estudios jurídicos y viviendas, algunas ocupadas por sus propios dueños y otras alquiladas de forma temporaria por visitantes de la Argentina y el exterior, en su mayoría de Venezuela pero también de otros países, como Chile, Colombia y Nigeria. En esta torre también se prepara, en uno de los primeros niveles, un estudio de enseñanza de baile, que abrirá próximamente.
Para sumar a su historial, de ese hotel habían rescatado hace cinco años a 23 mujeres que eran explotadas sexualmente. Y apenas un año atrás, fueron detenidos dos hombres acusados de practicar abortos clandestinos con medicamentos, en algunos casos de uso veterinario, o de forma quirúrgica en un quirófano que habían instalado en una de las habitaciones.
Según informó la Agencia Gubernamental de Control porteña, es "un edificio de departamentos particular administrado por un consorcio que cumple con todas las normas dispuestas por la legislación vigente". Y aunque desde ese ente reconocieron que a fines de 2016 había sido clausurado por no tener habilitación, aclararon que hoy "posee sistema de instalaciones fijas contra incendios, elevadores y calderas registradas y controladas a través de sus respectivas empresas conservadoras". A ese consorcio se le pidió información para la causa, a cargo de Federico Tropea, de la Fiscalía N° 15 del Ministerio Público Fiscal porteño.