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/Ellitoral.com.ar/ Opinión

“Soy optimista a partir de 2023”

Domingo Cavallo

Exministro de Economía de la Nación

Exposición en el Octavo Congreso de Economía Regional del Club de la Libertad.

 

El exministro de Economía de la Nación, Domingo Cavallo, fue uno de los expositores del Octavo Congreso de Economía Regional del Club de la Libertad que se realizó el jueves y viernes. El exfuncionario nacional disertó junto al economista Adolfo Sturzenegger (ver recuadro), sobre “La economía  y las instituciones”.

Cavallo explicó que “el problema institucional de la Argentina lo definí a través de un paper que realizó en 1984 Adolfo Sturzenegger en el que planteó que en el país conviven un socialismo sin plan combinado de un capitalismo sin mercado.

A partir de esa idea, avancé hacia la idea de qué tipos de instituciones necesitábamos en materia económica para el progreso del país: primero tenemos que ser una economía con libre comercio, externo e interno, es decir, con la menor cantidad de interferencias posibles; por supuesto que siempre habrá alguna, sobre todo en el comercio exterior. Pero debe predominar la idea de una economía abierta con aranceles razonables de importación, sin impuestos a las exportaciones y sin intervenciones discrecionales del Estado.

El comercio interior tiene que darse para todos los bienes y servicios producidos por el sector privado, que es el que tiene que producir los bienes y servicios susceptibles de ser financiados con precio, es decir a través de su venta en el mercado. Debe haber libre competencia sin intervenciones del Estado, salvo cuando haya algún problema grave de externalidad o de monopolio que justifique la intervención, que no haya controles de precios.

Un aspecto imprescindible es que el sector público esté bien planteado, con presupuesto formulado en tiempo y forma y con claras especificaciones de los gastos y de las prioridades de gastos y también con la claras fuentes de financiamiento. Un sistema impositivo que no desaliente el ahorro y la inversión y el aumento de la productividad, con presupuestos equilibrados justificando el déficit solo en periodos de recesión y con un superávit en los periodos de bonanza o expansión de la economía.

El país necesita tener moneda y crédito. Una moneda sana. Una economía no puede funcionar con una moneda que pierda valor permanentemente y que induce a la gente a buscar monedas alternativas. En todo caso hay que darle libertad a la gente de que elija la moneda que le da buenos servicios.

Tienen que existir un sistema eficiente de canalización de ahorro hacia la inversión. No todos los que invierten son los mismos que ahorran. Debe haber un sistema de intermediación financiera de mercados de capitales. Es ahí cuando aparece el crédito, que es fruto de dos cosas: de que haya ahorro interno o externo y de que haya gente que inspire confianza para prestar. Esos son los principios con los que siempre creí que debía funcionar una economía. Mi inspiración surgió del diagnóstico muy claro que hizo Adolfo Sturzenegger.

Reflexión final

En lo inmediato soy muy pesimista. Este Gobierno no ha hecho más que equivocarse, aun si logra —y creo que lo puede lograr— un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Los dos próximos años serán muy malos. Habrá muy alta inflación y habrá algo de recuperación de la actividad económica, pero de ninguna manera creación de empleo de alta calidad y mejoramiento de la calidad de vida de la gente.

Ahora, habrá una nueva oportunidad y es el nuevo gobierno que seguramente asumirá en diciembre de 2023. Soy optimista en ese sentido, creo que en la oposición hay un grupo de partidos y de personas que tienen mucha experiencia. No era lo mismo cuando asumió Macri, porque el mismo Macri no tenía experiencia. 

Ahora tienen experiencia y creo que están diagnosticando bien los errores que cometieron. En mi opinión, pensarán en las instituciones económicas. Por supuesto hará falta un reajuste inicial de precios relativos y no me refiero a una gran devaluación: me refiero a los precios que hayan quedado atrasados por congelamientos del gobierno o intervenciones del mercado. 

El nuevo gobierno debe explicar a la gente que necesitará ese reajuste para estabilizar la situación. Debe lograr consenso con todos los que tienen responsabilidades de gobierno y excluye a los lobbys de los sectores corporativos de la Argentina que no ayudarán para nada y solo pretenderán las intervenciones del Estado que los favorecen. 

La dirigencia tiene que ponerse los pantalones y diseñar la futura política económica. Por supuesto, lo primero que debe cambiar es la política exterior. Eso es fundamental para que nos crean en el exterior. Soy optimista a partir de 2023.

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