Por Liberalis
El 25 de noviembre último en un matutino local salió la información de que “en la última reunión del Comité Ejecutivo (del Partido Liberal), el Tribunal de Ética resolvió expulsar a todos los afiliados de la provincia que compitieron en las últimas elecciones con otra boleta”. Cabe aclarar que “esa otra boleta” era la del Partido Popular que lidera el Dr. Pedro Braillard Poccard electo Vicegobernador y que la lista apoyaba al candidato a Intendente de la UCR. El Presidente del Comité de Santa Lucía Juan Carlos Oviedo precisó, según la publicación citada, que fueron expulsados los siguientes dirigentes que fueron candidatos con la boleta del Partido Popular en Santa Lucía: Gustavo Alvarez, Walter Elizardo Sandoval, Verónica Soledad Alarcón, Yolanda Elizabeth Villalba, Iris Arias, Laura Bertinat y Ricardo Raúl Duarte.
Los citados dirigentes históricos del Partido Liberal supuestamente sancionados, integraron la lista del Partido Popular y apoyaron públicamente al candidato a Intendente de la UCR, porque las autoridades del Comité Liberal de Santa Lucía han trabajado (como es de público conocimiento) asociados al Intendente del Frente de Todos que maneja la localidad en los últimos años.
Sorprende esta sanción más propia del populismo autoritario que gobierna el país, y en especial del kischnerismo que es su expresión más dura. Olvidan las autoridades del Partido Liberal que tomaron esa decisión, que ahora integran el Frente Juntos por el Cambio que ganó con amplitud las últimas elecciones con la bandera de defensa del Estado de Derecho, el respeto al derecho de defensa y las garantías y procedimientos que garantiza derechos fundamentales que contradicen con esta expulsión de afiliados.
Cabe recordar que las actuales autoridades del Partido Liberal, hace unos años se asociaron al Frente de Todos en el auge del kirchnerismo más cuestionado. Y la actual Presidenta del partido Any Pereyra fue electa Viceintendente del gobierno municipal de la Capital que encabezó el Ingeniero Fabián Ríos, luego derrotado candidato a gobernador del mismo Frente de Todos. En esa época ocuparon cargos políticos con altos sueldos en el Senado Nacional dirigentes que hoy tomaron la decisión de expulsar a dirigentes calificados. Ellos permanecen en esos cargos en el Senado Nacional. Un verdadero absurdo.
Esos mismos dirigentes, cuando estaban en el Frente de Todos anularon todas las listas opositoras en las elecciones internas, y sin votar se quedaron con todos los cargos partidarios. Esta decisión fue avalada por el entonces titular del Juzgado Federal Soto Dávila, destacado militante justicialista que se vio forzado a renunciar, como es de público conocimiento. Hoy hay más garantías en la Justicia Federal competente en Corrientes.
La actual presidenta del Partido Liberal, hasta el 10 de diciembre ocupa una banca de diputada provincial electa en la lista del Partido Justicialista. Previo a eso, fue candidata a viceintendente, acompañando a Fabián Ríos en la alianza Haciendo Corrientes; alianza que no integraba el Partido Liberal por no haberla aprobado la Convención Partidaria y la Justicia Electoral así lo confirmó, estando el partido fuera de toda alianza, la actual presidente del partido y el secretario Ramón Fernández la integraron yendo con la boleta de la UCD. Ellos no respetan los mandatos partidarios, pero son inflexibles para juzgar a otros. El 1° de diciembre asumió un nuevo mandato como diputada, como integrante de Juntos por el Cambio.
La anemia a la que condenaron las actuales autoridades partidarias del Partido Liberal a esa centenaria fuerza, se evidenció en las últimas elecciones Paso del 12 de septiembre, cuando varios de los dirigentes que fueron proscriptos en las elecciones a que se hace referencia, en ejercicio del derecho que da la ley, se presentaron y obtuvieron, sin apoyo partidario alguno, 34.000 votos (casi el doble porcentaje de votos que los obtenidos por la lista oficial partidaria en agosto pasado).
Este procedimiento arbitrario es propio del populismo y en especial del kirchnerismo dominante. Parece ser contagioso para algunos, quienes se olvidaron que ahora integran una gran alianza que lucha por afianzar el Estado de Derecho y las garantías fundamentales para todos.
Lástima que algunos no han aprendido que la mayoría del país y de Corrientes, luchan por mejores tiempos para la República.
Son tiempos de afirmar verdades y superar errores.