El colegio Salesiano y extraños sucesos

Por Enrique Eduardo Galiana

Moglia Ediciones

Del libro “Aparecidos, tesoros y leyendas”.

El colegio Salesiano y la iglesia María Auxiliadora conforman un lugar común dentro de la ciudad de Corrientes, en la intersección de las calles San Juan y 9 de Julio. 

Algunos recordarán que en ese lugar hubo un sacerdote llamado Dimántova (sic), quien tenía un hermano presuntamente discapacitado que vivía con él en el colegio, y según afirman este se hizo cargo de horrendos crímenes ocurridos en la ciudad de Corrientes. En las terrazas de edificios de propiedad horizontal (B.G.B., Gastronómicos y otros) hubo asesinatos de mujeres que estaban en las azoteas. En esa época el miedo invadió a la ciudad, todos se cuidaban, recelaban entre sí, al caer la tarde no había gente en las calles y según los comentarios contemporáneos el autor de esos delitos era el cura, un flaquito escuálido con cara poco agradable y no el pobre de su hermano, que se tuvo que comer la detención y el escarnio popular, por supuesto el cura y el hermano desaparecieron de la ciudad, protegidos presuntamente por la curia. 

En otro tiempo, en dicha institución un sacerdote llamado José, y según sus propias palabras escritas en un libro que publicó, luchaba contra el diablo que lo perseguía en el colegio mencionado, tirándolo contra las paredes y otras cosas. Pero su guerra contra el demonio no terminaba allí, es decir, en el colegio, pues según cuenta, lo siguió hasta el Instituto de Cardiología, en oportunidad de ser internado en la terapia intensiva. Una noche se pasó dando golpes y gritos como si estuviera trabado en una lucha tremenda, lo curioso del caso es que nadie intervino en tal confrontación, hasta los terapistas médicos tenían miedo de entrar, por eso al amanecer las enfermeras lo encontraron agotado con algunos golpes en la cara y él les explicó que se pasó toda la noche peleando con el diablo. En el libro de su autoría relata esta experiencia, según afirmaba en el mencionado instituto se había instalado un demonio maligno, pero muy antiguo, ello me hizo pensar en otra narración que yo había realizado sobre el Hospital Juana Francisca Cabral, terreno en el cual se habían encontrado restos humanos de un antiguo cementerio clandestino que no sabemos a quién atribuir y también de la existencia de otras formas espectrales que no dejaban en paz, especialmente a las monjas y al personal que se desempeñaba en dicho centro de salud, esta narración se enlaza con la otra, han cambiado la estructura del edificio pero los espíritus que en él moran siguen rondando por sus pasillos. Más de uno afirma haber visto una figura fantasmal atravesando las paredes o esperando pacientemente sentados, medio transparentes como si fueran personal reales. 

Varias enfermeras tratan de mantenerse unidas en sus tareas, especialmente las nocturnas, para evitar asustarse solas, para ello es mejor estar acompañadas. 

Volviendo al sacerdote José, tenemos como testigo a un conocido comerciante de la ciudad de Corrientes, quien le contaba a su hijo el padecimiento que tuvo esa noche, como consecuencia de los gritos y palabras ininteligibles que escuchaba al lado de su cama en la terapia y le exigió al mismo que no lo dejara nunca más allí. 

También José, el cura, por confesiones tuvo que conocer, estoy seguro de ello, el ambular de una mujer vestida con ropas normales y comunes, que ingresaba a la iglesia o sigue ingresando y se acerca a algunas personas afligidas que concurren al lugar, les conversa, expresándoles palabras de consuelo o les anuncia un futuro venturoso, como por ejemplo ser emisaria de alguna persona muerta, “…el fulano está muy bien donde está y dijo que algún día se van a encontrar, que no te preocupes”; a otra le anunció su embarazo, sin que esta supiera su actual estado. En una oportunidad dos de las personas que tuvieron esa experiencia con esta mujer misteriosa, en distintos tiempos, conversaban sobre el asunto cuando de pronto, de la nada, pasó frente a ellas la reservada señora, quien con una sonrisa las saludó, las asombradas devotas pretendieron seguirla para entablar una conversación pero la extraña mujer se esfumó en la nada de la cual provino a través de la pared. Esto es conocido por muchos, pero no todos lo cuentan, algunos dicen que el fantasma es una de las víctimas del sacerdote o de su hermano, el discapacitado. ¿Usted qué opina?  

*Este escrito forma parte del segundo tomo del libro “Aparecidos, tesoros y leyendas en Corrientes” del autor y Moglia Ediciones.