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/Ellitoral.com.ar/ Sociedad

La adopción de Ana: una historia con final feliz porque prevaleció el interés del niño

La nena fue siempre escuchada por el Ministerio Público Tutelar y eso permitió que consiga cumplir su aspiración de tener una nueva familia. 

La adopción de la niña Ana, cuya historia ya trascendió a nivel nacional, muestra que el servicio de justicia de Corrientes resolvió con celeridad y respeto –en grado sumo– del interés superior del niño, dado que siempre se priorizó que se la escuche, como bien marca la Convención de los Derechos del Niño, que en la Argentina tienen jerarquía constitucional.

Antes de que Ana sea dada en adopción definitiva a un matrimonio, su historia atravesó no pocos contratiempos. Su expediente se originó en la Asesoría de Menores e Incapaces n.° 5 de Corrientes, cuya titular es la doctora Ana Inés Alvira, cuando su abuela cayó enferma y ya no pudo cuidarla. La niña vivía con ella tras sufrir el maltrato de su madre y previo paso por el Hogar Tía Amanda.

En ese punto, una vecina solicitó su guarda para, entre otras cosas, poder llevarla a la escuela, algo de lo que su abuela estaba impedida.  Pero luego su abuela falleció y ella tuvo que retornar al Tía Amanda.

Sin embargo, aún en esas circunstancias, el equipo del Ministerio Público Tutelar vio en ella una inquebrantable fe en que merecía una nueva oportunidad. Tanto en audiencias con la asesora de Menores como en las evaluaciones psicológicas del Cuerpo de Psicología Forense, Ana expresaba con claridad y contundencia su aspiración de que una familia la acoja.

Sus padrinos hicieron el intento de ser esa familia, pero el vínculo no prosperó. También su madre biológica planteó la revinculación, pero Ana no lo aceptaba.

Y es ahí cuando aparecen en el expediente Mónica y Lisandro, un matrimonio que se interesó en Ana y con quienes inició su camino hacia este presente feliz. Hubo un tiempo en que la pareja programaba salidas con ella, luego, en ocasiones, la niña se quedaba a dormir en su hogar.

Entre su regreso al Hogar Tía Amanda, en septiembre de 2021, y el dictamen de la Asesoría de Menores e Incapaces n.° 5, aconsejando se declare su adoptabilidad, pasaron solo  tres mes, ya que en diciembre de este año la doctora Alvira se expidió por esta medida como “la más conveniente al interés superior de Ana” y remarcando: “Aquí se ha priorizado el interés superior del niño […] entendido como el conjunto de bienes necesarios para el desarrollo integral y protección de la persona  los bienes de un menor dado, y entre ellos el que más conviene en una situación histórica determinada”.

En el mismo dictamen, la doctora Alvira advirtió que ante el pedido de revinculación formulado por la madre biológica de la niña, no bastaba con la sola manifestación de una voluntad, cuando no se acreditaba “mediante constancia alguna, que se hubiera producido alguna modificación en las condiciones” que fueron surgiendo en distintos informes solicitados en el expediente y que terminaron con resultados negativos.

“El vínculo emocional que existe entre padres y niños no derivar directamente del nacimiento, sino del cuidado cotidiano que los padres brindan a los niños en cuanto a sus necesidades psíquicas y afectivas […] Cuando un niño es adoptado, aquél que cubre estas necesidades construye en el niño una relación con las mismas bases que un padre biológico y se convierte de esta manera en n padre ‘padre psicológico’ cuyos cuidados lleva al niño a sentirse valorizado, deseado y formado pare íntegra del grupo familiar”, remarca el dictamen que la Asesora de Menores n.° 5 de Corrientes elevó al juez de Menores n.° 2, doctor Edgardo Frutos, el último jueves. 

El doctor Frutos es quien luego dispuso que, en base a la historia de la niña y una vez que dio en adopción definitiva de la niña a Lisandro y Mónica, había que comunicarle su decisión por medio de un cuento donde la protagonista es la propia Ana y a través del cual buscó dejar “de lado las formalidades y tecnicismos jurídicos, para explicar a su protagonista principal en un lenguaje claro y a través de personajes mágicos que su vida cambiaría para siempre”, señaló.

(El nombre de la niña fue modificado para preservar su identidad)

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