Queja por ferias en el Cambá Cuá: promesas de cambio para una mejor convivencia

El conflicto entre los vecinos autoconvocados del barrio Cambá Cuá y las autoridades provinciales por la realización de las ferias de fin de semana en el espacio verde tuvo un nuevo episodio ayer. Ambas partes se reunieron en el predio para buscar posibles soluciones a la situación. 

La directora de Comercialización de Desarrollo Social de la provincia de Corrientes, Débora Galarza Alcaráz, indicó en diálogo con El Litoral que llegaron a una solución con los vecinos, haciéndose cargo de las cuestiones que les corresponden como organización. 

El reclamo vecinal inició cuando una frentista denunció a través de los medios que habían instalado gazebos fijos en el lugar que entorpecían la circulación dentro del espacio verde.

Si bien las estructuras no son fijas y fue debido a las inclemencias meteorológicas que no pudieron ser desarmadas, la situación fue el puntapié para que un reclamo vecinal mucho más amplio en contra de la realización de las ferias en el Cambá Cuá tomara trascendencia. 

Un total de 41 frentistas del barrio presentaron ante la Secretaría Privada de la Intendencia una nota dirigida a Eduardo Tassano, para detallar los “inconvenientes que provoca la feria artesanal de los fines de semana en el parque, al igual que los expendedores de productos gastronómicos”. 

El grupo indicó que “se ha perdido el hermoso lugar de reunión familiar” en el barrio “más tradicional, emblemático, antiguo y apreciado de Corrientes”. 

Según opinaron, las ferias provocan “congestión de tránsito, ocupación de veredas, olores a comidas y mala predisposición de muchas personas con la limpieza y el medio ambiente”. 

También expresaron que se deteriora el espacio verde, como también los cordones de las veredas, debido a que autos estatales y también particulares suben a la acera para estacionarse sobre el pasto. 

En tal sentido, recordaron la reciente puesta en valor por una inversión de $21.779.197. 

Otro conflicto es la música fuerte a altas horas de la noche, que impide el descanso. 

La nota presentada propone “llevar los puestos a lugares más abiertos y sin vecindarios” y limitar el uso del parque. 

Respecto de este pedido, Galarza les explicó que no es posible realizar ese cambio, ya que “irse a otro lugar implica pérdida”. En tal sentido, los feriantes indicaron que el caudal de ventas en el parque Cambá Cuá es el más alto, al igual que en la costanera. Sin embargo, en invierno, el paseo costero se vuelve un lugar poco propicio para realizar la feria, por el frío y los fuertes vientos. 

Reunión

Ayer a la tarde los vecinos autoconvocados mantuvieron una reunión con Débora Galarza. Cerca de las 18.30, se presentaron en el lugar algunos frentistas y también emprendedores, para debatir e intercambiar opiniones. 

Mientras que los participantes de la feria opinaron que el evento del fin de semana dotó de vida al parque, así como de mayor iluminación, los frentistas insistieron en la serie de inconvenientes que enumeraron. 

Siendo que la feria se dispone en la zona verde más cercana a las viviendas, hacia la intersección de las calles San Luis y 9 de Julio, los vecinos propusieron una solución en el caso de que no se pueda llevar la feria a otro sitio: “La organización debería ser en los espacios soleados y verdes sobre las calles Pellegrini y Chaco, donde existen solo edificios públicos, tomando distancia prudencial de las viviendas”. 

Sin embargo, Galarza indicó que tal idea no se llevará a cabo. 

Respecto al resto de los problemas, desde el ministerio asumieron una serie de compromisos para mejorar la convivencia con los vecinos, como reducir el volumen de la música, evitar la colocación de escenarios, la habilitación de los baños públicos, que los vehículos no suban al parque, que todos los elementos usados en la feria se retiren en tiempo y forma, y la limpieza del predio tras el evento.