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/Ellitoral.com.ar/ Especiales

El teatro correntino narra Malvinas desde otras miradas

Por Carlos Lezcano y Natalia Schejter

Especial para El Litoral

Del 21 al 23 de abril pasado se realizó en Monte Caseros la 36ª Fiesta Provincial del Teatro de la Provincia de Corrientes. Se presentaron 10 obras y el jurado conformado por Lucía Véliz de Misiones, Gustavo Benítez de Corrientes y Ricardo Dubatti de Buenos Aires en primer lugar seleccionó a “(No) Estamos ganando”, del grupo Experimento Escenario Teatro de Paso de los Libres. 

Este primer lugar fue para el grupo libreño, que lo recibió con gran emoción. Hay acuerdo en los participantes en que todo el momento de la premiación se constituyó no solo en el tiempo de los reconocimientos sino también en una celebración por el reencuentro con los pares, con el público, con las salas llenas y todas las satisfacciones que da una fiesta teatral. En Radio Unne conversamos con Éstel Gómez, dramaturga y directora de la obra ganadora. Conocimos la historia del grupo y se destaca en su modo de contar, la relevancia de los procesos creativos, que las formas de producción también implican creatividad y que el deseo achica distancias.

—¿Cómo están después de aquel fin de semana tan emocionante?

—Bien, tratando de caer, de seguir festejando esto que sucedió, más que nada el reencuentro. Estamos colmados de muchas emociones.

—¿De qué se trata ‘(No) Estamos ganando’?

—Los personajes son una pareja de hermanos adolescentes Omi y Lopé, que están transitando una búsqueda artística y de creación, viviendo las cosas que nos suceden a esa edad: el primer amor, los deseos, los sueños de triunfar en este caso en la música, en la danza. De repente todo su universo se ve oscurecido por la llegada de una carta y con lo que ella contiene; el hecho de tener que acudir a la guerra —en este caso Omi— y dejar de lado sus sueños, ese amor que comenzaba a nacer. A partir de ahí se comienza a transitar algo que más o menos todos conocemos de la historia. Muchas veces vemos en películas o en otras obras de teatro, como el soldado se va, y se muestra el sufrimiento de la mamá o el papá. Lo interesante para mí, es que en este caso la perspectiva está puesta desde el punto de vista de la hermana. Qué le pasa a la hermana de este adolescente que se va a la guerra.

—Vos escribiste esta obra y tenés la misma edad que la guerra de Malvinas. ¿Cómo te surge escribir sobre esto?

—Sí, el 14 de julio cumplo 40 años y hace un mes fue el aniversario de la guerra. A mí siempre me dio vueltas en la cabeza la pregunta de si esos soldados fueron héroes o víctimas. A partir de esa consigna empecé a escribir el texto. Pero mucho antes, veníamos trabajando sobre todo en el vínculo entre los personajes, sin saber aún que la temática que iba a atravesar esta obra sería la de Malvinas. Fue un proceso muy largo de escritura y puesta en escena (prácticamente a la vez). Es un proceso que está dividido en muchas etapas, pero en la primera etapa del trabajo todavía no estaba Malvinas ahí dando vueltas, la idea más que nada era el vínculo y cómo abordar de manera lúdica lo que sucedía con estos personajes, que todavía no tenían nombre, ni edad, pero si me interesaba la relación entre ellos. Y a partir de ahí, muy de a poco, se fue dando el ir incorporando otros signos dentro de la propuesta, lingüísticos y no lingüísticos y se fue configurando a partir de un documental que se publicó en Paso de los Libres, de Ignacio Villanueva, acerca de Malvinas. Ese día mi cabeza hizo click y dije “de esto hay que hablar, de esto tenemos que hablar”, y ahí me acordé de esta pregunta que siempre me hacía, desde chiquita: de que, si en vez de héroes no habían sido víctimas estos muchachos que habían ido a la guerra tan desprotegidos y desprovistos de armas, de ropa, de comidas. Y bueno, así se fue configurando esta historia, estrenamos en 2019, en el 2018 se hizo un work in progress, con un formato bastante diferente, con dos actrices y un actor en escena, luego quedaron únicamente el hermano y la hermana, y así se fue dando este proceso, muy largo por cierto.

—Esto sucede en un lugar donde Malvinas estuvo presente siempre, porque hay muchos combatientes libreños, y además este año se cumplieron los 40 años; estas situaciones de contexto ¿cómo pesan a la hora de subir a escena una obra como esta?

—Eso pensábamos con las compañeras y compañeros del elenco, es muy fuerte todo esto. La estrenamos en el 2019, pero pandemia de por medio, nos toca ir a una fiesta justo este año, con la carga y lo simbólico de estos 40 años y la importancia también de hacer historia a través del arte. Ejercer el derecho que tenemos de acceder a la memoria y sobre todo desde este dispositivo artístico, me parece fantástico. Este año hay muchas propuestas acerca de reivindicar Malvinas a través del arte, en ese sentido estamos muy contentos porque es el momento de poder mostrar y compartir, y también desde un punto de vista distinto de lo que veníamos viendo acerca de Malvinas. Yo soy mujer de 40 años, una vez me preguntaba una crítica teatral: ¿por qué escribir sobre Malvinas teniendo la edad que tenía? Siendo que no había vivenciado esa situación, pero yo recuerdo leer las revistas que tenía mi mamá acá en casa con el “Estamos ganando” y como que mi cabeza no entendía bien qué pasaba. Después leyendo y entendiendo los porqués de la historia, y los medios de comunicación.

—¿Cómo comenzó tu formación, cómo llegaste hasta acá? 

—Comencé a estudiar teatro en Paso de los Libres, en la Escuela de Teatro Municipal “La Máscara” y a partir de ahí continué mi formación en otros lugares, hasta que estudié en la Escuela Metropolitana de Arte Dramático en la Emad, soy profesora de teatro además de directora y dramaturga. 

—Contanos sobre la trayectoria del grupo, ¿hace cuánto que trabajan con Débora y Francisco?

—“Experimento Escenario” fue fundado en el año 2005 y a partir de ahí comenzamos a trabajar. Francisco y Débora se incorporan en el 2016/7, pero Francisco Alegre por ejemplo venía a los talleres que hacíamos en la Biblioteca Sarmiento desde que tenía 8 años, y hoy tiene 28 años así que imagínate, desde ese tiempo. Y en un momento fui coordinadora del Centro de Actividades Juveniles de la Escuela Normal, y Francisco adolescente volvió a aparecer, y ahí también aparece Débora. El primer año cuando empezamos a trabajar tenía 12 años si mal no recuerdo, y desde ese momento siempre estuvimos muy cerca hasta que definitivamente se incorporan al grupo como actriz y actor en el 2016 o 17 más o menos. Recuerdo que estábamos en un festival en Ecuador, y los veo conectados y les pregunto en qué andaban, si querían empezar a entrenar y así fue como comenzamos, casi como una modalidad de laboratorio a investigar, a experimentar, hasta llegar a “(No) Estamos ganando”.

—Gustavo Insaurralde y vos viven en Buenos Aires y allá también tienen obras en cartel, ¿cómo llevan el trabajo a la distancia? ¿cómo hicieron en la pandemia?

—Sí, en realidad el trabajo a distancia y a través de videollamada ya lo veníamos haciendo antes de la pandemia. Allá por el 2016 encontramos en esta dinámica de trabajo algo interesante y en ese entonces Débora Ramón era asistente de ensayos y ella oficiaba de articuladora de consignas y premisas de trabajo, filmando, haciendo la devolución, era como un ida y vuelta súper interesante. Cuando aparece la pandemia, en cierta forma ya estábamos preparadas en ese sentido para seguir trabajando, solo que aparece el Zoom como nueva herramienta. Y si, tal cual, nosotros vamos y venimos constantemente de la ciudad de Buenos Aires a Paso de los Libres. Hay períodos donde nos instalamos durante mucho tiempo, hay otros períodos que son más cortos y producimos como “Experimento Escenario” acá en Paso de los Libres y en Buenos Aires también al margen de otras producciones independientes al grupo que tanto Gustavo como yo tenemos de manera individual. Es una manera de producir que encontramos viable, aunque es muy compleja y difícil de sostener, me parece que el deseo de seguir trabajando en nuestra ciudad, por y para la provincia es tan grande que nos gusta, nos satisface, y un poco este reconocimiento que surge en la fiesta le da un sentido también distinto, como una valoración extra a este gran sacrificio que realizamos. En realidad a todo el equipo, porque también cuando nosotros estamos acá (Paso de los Libres) los actores y las actrices dedican mucho tiempo a trabajar, días enteros. Hace poco estrenamos Tereré de Leyendas, que es un elenco compuesto únicamente por mujeres, tanto en la técnica como en escena y también estuvimos trabajando muchísimo durante el verano para poder estrenar, y eso es lo interesante, hay un denominador común que tenemos entre todos y todas que es esto del deseo y de poder realizar artísticamente un producto.

—Siempre hablamos de la dramaturgia local y cuánta falta nos hace. Justamente lo que hacés es eso. ¿Cómo llega esa necesidad, y en tu caso qué estás escribiendo ahora?

—Estando lejos se siente mucho la necesidad de contar historias que tengan que ver con nuestra idiosincrasia, con mi idiosincrasia de correntina, de libreña, de una ciudad de frontera, eso me parece re importante. En La sangre imprescindible que es un unipersonal escrito y dirigido por mí en el que actúa Gustavo Insaurralde, se ve muchísimo eso; ahora en “(No) Estamos ganando” también, era muy importante para mí apropiarnos desde la territorialidad, desde el género. La escritura desde ese lugar, otra mirada que sensibilice un poco más y que a su vez nos de fuerza como ciudad, como provincia. Y la idea también es, que es importante contar historias que estén descentralizadas, estos escenario liminares me parece que son muy importantes de abordar y que son nuestros, y por ende tenemos que mostrarlos y defenderlos, también, con defectos y virtudes y contar nuestra problemática, me parece re interesante eso. 

Con respecto a la escritura, fuimos seleccionados para un proyecto que tiene que ver con producciones a nivel nacional en entornos virtuales o no virtuales, mezclando lenguajes, y se viene un radioteatro para las infancias con temática relacionada con la Educación Sexual Integral, así que estamos empezando a experimentar e investigar también desde ese lugar con el resto de las compañeras y los compañeros. Además de “Tereré de leyendas” que son todas leyendas contadas por mujeres cuyas protagonistas también son mujeres y tiene que ver con leyendas de la mitología guaraní.

—Tu ciudad, tu LT12 tiene una larga trayectoria de radioteatros, que cubrían absolutamente toda la zona con una repercusión enorme de público, y sobre todo la gente de campo. Qué bueno que vuelva eso en un formato para chicos.

—Sí, queremos rescatar eso y también contarles esa historia a los chicos, a las chicas. Tenemos pensado trabajar para infancias, o primeras infancias, todavía no tenemos decidido pero creo mucho en la riqueza que puede llegar a tener ese material.

—Estamos mal habituados a mencionar a las ciudades provinciales como “el interior”, del mismo modo que desde Buenos Aires hablan del resto de las provincias mirando con cierta distancia, como un afuera. ¿Cómo ven estos rótulos desde Buenos Aires?

—Con respecto a Buenos Aires yo lo vivo con mucho respeto, con muchas inquietudes, con muchas preguntas de parte de la gente que nos rodea, muchas veces con admiración también, siempre les contamos todo lo que hicimos para sacar adelante “(No) Estamos ganando”, no se lo imaginan. Por ejemplo, al principio la escenografía era otra que si bien la diseñó una diseñadora de teatro de Tucumán que conocimos en un festival en Córdoba, no teníamos el dinero suficiente para producirla, entonces lo que hicimos fue cortar tacuaras del fondo de la casa de la abuela de Débora, para poder construir nuestra escenografía del comienzo, del work in progress; y cuando contamos estas historias allá en Buenos Aires es como que no pueden creer cómo podemos ser tan autogestivos. Y sí, se puede, sobre todo en ciudades de provincias como Corrientes, donde por ahí, las políticas culturales, desde mi punto de vista, no están tan plantadas como debería ser, incluso acá en la ciudad de Paso de los Libres, entonces muchas veces nos escuchan admirados de cómo se trabaja en el “interior”, entre comillas. Yo detesto la palabra interior, generalmente no la utilizo, digo otras provincias u otras ciudades, me parece que en este caso, si bien hay una gran diferencia que obviamente es muy visible, en otras ciudades y en otras provincias, estamos haciendo un buen teatro de búsqueda, de identidad y creo que se vio reflejado ahora en la fiesta con también el segundo lugar muy bien merecido por los compañeros de La Botarga.

Premios

Las primeras tres obras premiadas que serán las representantes de la provincia en la Fiesta Nacional del Teatro que se realizará en el mes de octubre en Resistencia, Chaco, fueron; el primer lugar “(No) Estamos ganando”, del grupo Experimento Escenario Teatro de Paso de los Libres; en segunda posición quedó “La reina de la noche”, del grupo Compañía Teatral La Botarga de Paso de los Libres; y cerró el podio “De acá y allá. Homenaje al Circo Criollo”, del grupo Los clowns del pasaje de Corrientes capital. Además, se otorgaron las siguientes distinciones: actriz y actor revelación para Débora Ramón y Francisco Alegre. Actuación para Lucas Carmagnola, Gerardo José Barrientos, Marianela Iglesia Velilla e Iván Colunga. Dispositivo escénico multimedial para “La reina de la noche”. Dispositivo escénico para “De acá y allá. Homenaje al Circo Criollo”. Composición y puesta en escena para “(No) Estamos ganando”.

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