River Plate logró imponerse anoche a Lanús por 2 a 1, en el estadio Más Monumental, en un partido muy intenso y equilibrado de la quinta fecha de la Liga Profesional de Fútbol.
José Paradela, a los 26 minutos, y Braian Romero, a los 32, pusieron al frente a River, y Lautaro Acosta, a los 35, descontó para Lanús, todos en el primer tiempo.
Los granates culminaron con dos jugadores menos por las expulsiones de Matías Pérez -agresión a Palavecino- y de Brian Aguilar, por doble amonestación, en el tiempo adicionado al final.
En cuanto al desarrollo del cotejo, desde el inicio River tomó la iniciativa al adueñarse de la pelota, aunque sin generar situaciones peligrosas para el arco de Lanús, debido a que el visitante se presentó replegado para contener el embate local y tratar de cortar su circuito de juego.
A los 23 del primer tiempo, Marcelo Gallardo optó por sacar del campo al uruguayo Nicolás de La Cruz, que estaba transitando con dificultad por un fuerte golpe que recibió cerca del tendón de Aquiles derecho, pese a la negativa del jugador para salir, a quien reemplazó Ezequiel Barco, que le dio otra tónica al equipo.
Así comenzó a desarrollarse otro partido, porque los de Núñez empezaron a encontrar algunos espacios al animarse los rivales a adelantar sus líneas para generar alguna combinación ofensiva.
De ese modo, en una rápida réplica Paradela, que se había volcado a jugar por la derecha para que el ingresado Barco lo hiciera por izquierda, culminó el contraataque enganchando para el medio al ingresar al área para sacar un tremendo tiro cruzado de zurda, que superó la resistencia del guardavalla visitante a los 26 minutos.
En otra buena combinación ofensiva, con pase de taco de Paradela para Romero, que volvió a amigarse con el gol y que desde cerca del punto del penal, definió de media vuelta con un remate al rincón bajo izquierdo del arco de Monetti, a los 32 minutos.
El juego, que ya se había tornado más interesante por las acciones intensas y rápidas, se tornó más emotivo cuando los del “Grana” supieron reaccionar para contar con más profundidad y llegar a descontar.
Lo que logró uno de sus referentes históricos, el “Laucha” Acosta, que de arremetida, prácticamente, empujó la pelota tras una eficaz maniobra de Belmonte que le puso un justo centro corto, a los 35 minutos, para darle vida a Lanús para el segundo capítulo.
De ese modo y con el crecimiento de Belmonte, en la contención y en la generación de juego, acompañado por las criteriosas proyecciones de Leonel Di Plácido por derecha, la visita mejoró su funcionamiento, adelantó las líneas y le provocó desinteligencias defensivas al anfitrión.
Lo que preocupó a Gallardo, que recurrió a un par de cambios tácticos con los ingresos de Agustín Palavecino por Romero y de Juan Fernando Quintero por Paradela para intentar la recuperación del andar riverplatense.
Recién en el tramo final River mostró una leve mejoría, que tuvo una situación propicia con una entrada de Barco, cuyo remate se estrelló en el caño derecho del arco de Monetti.
Al final, por los destellos de primer tiempo y un repunte en el epílogo, los de la banda roja lograron imponerse ante un rival que lo complicó y lo dominó en largos pasajes del encuentro.