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/Ellitoral.com.ar/ Especiales

La correntinidad Ha’e iteva

Anisima expone en el Espacio Plasma del Centro Cultural Universitario de Córdoba y 9 de Julio de la ciudad capital de Corrientes. Se trata de la muestra “La correntinidad Ha’e iteva” que reúne obras en retrospectiva, actuales e inéditas hasta el 22 de diciembre. También puede verse su obra en el Museo de Bellas Artes hasta el 17 de diciembre en la muestra colectiva “Temipora Taragui” junto a otros nueve artistas, con obras de pequeño formato para regalar en las Fiestas.

 

De Allá Ité

Donde mi infancia iba aprendiendo de tu gente

Su sencillez y el saludo igual de siempre

Pueblero de Allá Ité

 

De Allá Ité

Donde la tarde se recuesta en las palmeras

Para morirse a caahatá y naranjalera

Descalza en el arenal

 

Pocho Roch. Pueblero de allá ité

 

Ana Maria Fariña Núñez es Anisima. Sonriendo me dice que es el superlativo de Ana aunque hay más explicaciones. El seudónimo en un principio fue necesario porque las ñ no están en las casillas de mail, ni en casi ninguna parte del mundo online, a veces ni en las tarjetas de crédito, por eso hace un tiempo decidió por ser solo Anisima aunque lleva con orgullo su apellido familiar y el nombre que le pusieron sus padres. 

Su padre José Luis nació en Itatí, pero su abuelo paterno vino de Humaitá (Paraguay) y fue un gran educador en el pueblo. Su madre, Teresa, paraguaya, también se fue a vivir a Itatí con toda su familia de muy pequeña, fueron conocidos como los “Del Bianco”, su abuelo fue trasladado allí por su trabajo y todo el pueblo los adoptó como lugareños. Abuelos y padres hoy yacen en Itatí. 

Tocha, su abuela era muy devota de la Virgen de Itatí, fue una mujer extremadamente religiosa y hermosa. La quería y quiero muchísimo, nací el mismo día que ella. Cuando ella te agarraba la mano para rezar era algo hipnótico, transmitía su fe” recuerda.

Cuando era chica, año a año recorría la casa de cada uno de los 4 hermanos “del Bianco” y participaba de grandes fiestas chamameceras donde se encontraban todos los hijos y nietos de los hermanos de su abuela, una enorme parentela que conservó año a año esa tradición de la fiesta del Rosario que duró hasta la adolescencia de la artista. Su abuela Tocha murió hace un año y la imagen de la Virgen del Rosario quedó en su casa, porque fue la última de los hermanos en recibirla. 

 

Talleres y saberes

Cuando era chica, Ansima fue a muchos talleres, a veces se “colaba” a las clases de piano en el Instituto de Música, donde su madre era Bibliotecaria y también lo hacía en clases de pintura y literatura en la Escuela Josefina Contte. Visto a la distancia sostiene que esos lugares eran “de ensueño, una mezcla de instrumentos, orquestas, libros, alumnos, esculturas, talleres, pintura, dibujo. ¿Qué niño no estaría feliz allí?”. 

Claro que lo hacía cuando podía y si los profesores le dejaban merodear esas clases. Luego de adolescente concurrió formalmente a talleres de poesía con Avelino Nuñez, de pintura en Josefina Contte, al clásico de Sorbellini y de guitarra con Matías González que le decía una y otra vez que tenía que hacer cosas propias. 

Siempre fue curiosa, y según ella “muy autodidacta”, pasaba mucho tiempo sola en su casa y nunca tan apegada a las consignas académicas por lo tanto más cercana a lo lúdico y a lo que le dictara su corazón. Así empezó a crear un universo propio, distinto a otros, propio.

A pesar de la libertad de aprender de cualquier modo, cursó la facultad de Diseño y en Buenos Aires fue a las clases del Maestro Ariel Mylnarewycz, un discípulo de Carlos Alonso, también a los talleres de Carolina Antoniadis y Diana Aisenberg.

En esos años de Buenos Aires se dio “el lujo de ir a unas clases de guitarra con el Mono Fontana, un músico de Spinetta, persona que admiro y fue algo inolvidable” me cuenta una mañana de calor y humedad en Corrientes.

Pero las artes plásticas es lo suyo, es su vida y su compromiso y aunque visite otras disciplinas regresa a lo visual como regresa siempre a Corrientes

“La correntinidad Ha’e iteva” es una manifestación de esto, una forma de expresar la identidad provincial, nuestro modo de ser y estar en el mundo. “Es una expresión que usamos mucho acá en Corrientes, y a mí me gusta particularmente. Sentimos que Corrientes es una república aparte, tenemos y expresamos un sentido de pertenencia siempre”.

Pero Anisima no es solo recuerdos o reiteración de costumbres, no solo raíz sino frutos. También es apropiación, cita de otros mundos estudiados y conocidos.

Como posee una raíz guaraní profunda no esconde su “antropofagia artística” que mostrará por ejemplo en la obra “Jeroky” (danza en guaraní) que es sin dudas una apropiación de la obra de Henri Matisse “La danza” o la obra de Johannes Vermeer, de “La joven de La Perla” en “Gracias Gauchita, La Joven del Rojo Gil”. Conocimiento, absorción de otros saberes, reformulación y cita es el procedimiento que hace para traer a su territorio lo ajeno. Por lo tanto estamos frente a algo con sabor local y resonancias lejanas. De lejos vienen pero aquí son leídas y expresadas en tono local. 

Esta pertenencia se manifiesta en el trabajo con una atención enfatizada de distintos tópicos sobre nuestra identidad: sus obras están pobladas de nuestros animales, nuestra flora, los modos que tiene nuestra gente, los gestos del paisano y la guaina. Anisima rescata en su obra formas de la vida cotidiana del correntino.

Caminando por Buenos Aires en el mes de septiembre me topé con la obra “Todos los caminos conducen a Galerías Pacífico”, se trata una pintura digital a gran escala diseñada especialmente ese Shopping porteño por nuestra artista.

 

El proyecto comenzó a gestarse a mediados del año pasado pero empezó a realizarse en febrero de este año.

El mural muestra íconos porteños, edificios históricos, parques y paseos combinados con el Arte y la Moda, se trata de una obra que se inscribe en ese lugar de compras y paseos como “una experiencia única para quienes viven en y visitan la gran Ciudad”. 

Anisima trabaja en el Atelier Flotante en el puerto de Corrientes. Primero compartió el taller de papel con Roberto Villalba (el director del lugar) que generosamente le brindó ese espacio desde 2016 a 2018 aproximadamente, luego se fue a Buenos Aires a estudiar y se “repatrió” con la pandemia en agosto del 2020. En ese momento le ofrecieron armar ese pequeño Atelier que comparte con Roberto. Ella lo llama “Tallercito nomas”.

Escribo esta nota el 7 de diciembre, un día como hoy pero en 1615 el franciscano Luis de Bolaños fundó Itatí.

Anisima no nació allí, pero viene de allí porque como dice Cacho Gonzalez Vedoya siente en sus pies/ el pulso de sus arenales portando la vida.

 

¿Por qué la obsesión por estos temas? 

Todo nació cuando volví de Buenos Aires a Corrientes después de estudiar Diseño Gráfico, en ese momento me acerqué a las artes visuales, por eso mi estilo es bastante sintético. Al volver de Buenos Aires me atravesó el flechazo por Corrientes y así nació con mucha fuerza esta etapa correntinista como me gusta decirlo. Se volvió mi lenguaje, porque soy mi identidad y reflejo eso con mi estilo, como veo el mundo con colores plenos, con alegría.

Recorro las flores y la fauna, nuestras tradiciones, nuestros referentes históricos más importantes como San Martín, trabajo esos temas y me gusta pensar un sapukai visual que grita a todos los vientos quiénes somos.

 

Se notan tres cosas: la presencia del dibujo, tu vínculo con el diseño y tu formación. Vamos por partes. ¿Cuánto influyó la gráfica y el estudio del diseño en vos?

La influencia es permanente, siento que hay un vínculo entre el arte y el diseño que está siempre en mi trabajo. El dibujo desde que soy muy chica y el diseño es mi formación. Estudié mucho historia del arte en mi adolescencia, me interesa muchísimo sobre todo el arte de vanguardia, por eso empecé a trabajar estas apropiaciones de la historia del arte y a veces genero sincretismos entre estas culturas universales de la historia del arte. Obras universales como por ejemplo esta de la danza de Herni Matisse que me la apropié y la traje a nuestra cultura. Ahora es una paisana bailando, festejando con los animales de Iberá. Es una obra que pinté después de los incendios y luego de que empezamos a ver que todo cambiaba. Sentía ese clima festivo que compartimos porque estaba renaciendo lo quemado o seco, y me pareció bien representarlo en esta obra. La danza, que es una representación universal que tomó desde nuestra tierra de un modo colorístico.

 

Es decir que va al fondo de lo que sos.

Claro, sí que creo que refleja mi personalidad, es algo que me identifica, y también tiene que ver con las obras que más me gustan, con mis artistas de vanguardia favoritos o los del arte pop, que también lo siento como una reminiscencia a lo popular, de lo reproducible, de lo icónico. Me siento identificada con esa porción del arte y lo llevo a la actualidad de mi trabajo. Pero el diseño también me atravesó mucho y vertebra mi lenguaje, como el dibujo científico y la línea muy detallista se ve en la parte ilustrativa de mi dibujo, y trabajo también mucho el blanco y el negro como para hacer como un equilibrio entre esta parte muy colorida y hacer un dibujo bien lineal, bien sintético, donde acompaña a ambas instancias.

 

¿Bocetas mucho? ¿Tomás notas? 

Sí, hago muchos bocetos donde trabajo justamente en la línea bien fresca, sintética, que a veces lo hago a mano, a veces digital, a veces dejo ambas opciones como obras finales, o sea el dibujo en blanco y negro y después la misma versión a color pintado a mano. Últimamente vengo trabajando con la cerámica, donde estoy descubriendo y trabajando con mucha pasión, y donde también es una combinación del mismo lenguaje, las mismas líneas se ven y a veces juego con las palabras también, y me gusta también dejar una huella del idioma guaraní, que es algo que todos los correntinos tenemos como herencia, voy aprendiendo, consultando con traductores de guaraní. Aprendo y me encanta. 

 

¿Naciste en Itatí?

No nací en Itatí, me gusta que menciones eso, pero mis padres sí. Estuve toda mi infancia recibiendo a los peregrinos en la casa de mi abuela, y ahí viví un popurrí de lo que hoy estoy expresando ahora. Por ejemplo, los peregrinos devotos vestidos para la ocasión. Viví toda mi infancia con mis primos cerca de la barranca del Paraná, hoy trabajo a la vera del río. Entonces el mundo de los peregrinos, el paisaje natural mezclado con la religiosidad que es tan importante, tan correntino Y crearon un en mi imaginario compartido, algo que está en mi memoria, y lo expreso.

Mi mamá itateña trabajó en la biblioteca de arte cuando era niña, y ahí también veía los libros de historia del arte, y eso fue materializándose en mi camino, y creo que por eso también me gusta mucho usar estas citas de algunas obras que quedaron en mi memoria y me parecen icónicas, y que me gusta trabajarlas con esta reminiscencia de nuestro paisaje.

 

Pero esa Anisima niña, ¿ya dibujaba? 

Si, dibujaba desde chiquita, amo el dibujo y la pintura, También iba a algunos talleres y me gustaba mucho la música. Osea era como un triángulo amoroso que sucedía en mi infancia con bastante timidez y con mucha mucha intimidad digamos porque era muy solitaria, me costaba mucho expresarlo pero de a poco me fui animando a mostrar cómo veía el ámbito natural en Corrientes, con el río de fondo.

Está muy presente en mi aún, la fiesta de la Virgen del Rosario que se hacía en la casa de la familia de mi abuela en Itatí donde llegaban todos los parientes y se bailaba, se tocaba chamamé y venían músicos de Corrientes. Eso viví toda mi infancia, creo que a muchos correntinos nos pasa que vivimos todo como un mboyeré de nuestras tradiciones. Siento que este sentimiento por lo correntino lo vivimos todos en mayor o menor medida y eso es lo que me gusta.

 

Vi en Buenos Aires en la Galería Pacífico un trabajo muy importante que realizaste. Es importante.

Sí, la verdad que eso es un trabajo hermoso que hice para Galería Pacífico específicamente que es un shopping gigante y con una arquitectura histórica en el centro de Buenos Aires.

Tiene que ver con un trabajo sistemático y serio, que es clave para muchos de los artistas que venimos trabajando en la visibilidad de nuestro trabajo que nos permitió poder traspasar la frontera de lo local. En mi caso hacer una obra en un lugar icónico como las Galerías Pacifico me permite que mucha gente del país pueda conocer nuestro trabajo. En un momento se contactaron conmigo y realice este trabajo específico. La verdad que estoy feliz.

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