La crecida del río Paraná afecta a 2800 familias de ladrilleros capitalinos

La creciente del Paraná provocó que un total de 400 ladrillerías que se encuentran a la vera del río quedaron tapadas por agua y sin materia prima para producir. Esta situación perjudica a 2800 familias que se dedican al rubro. Las 14 zonas en las que se encuentran las cooperativas dejaron de tener operatividad esta semana. y prevén que con la bajante habrá que esperar un mes más para volver a trabajar. 

Cada ladrillera brinda trabajo a 7 familias llegando a un total de 2800 en la ciudad. La producción de ladrillos lleva al menos unos 20 días, con ganancias de entre $5000 y $7000, por lo que actualmente los trabajadores ladrilleros no perciben ese dinero y no lo harán durante todo este mes. 

El presidente de la Asociación Civil de Ladrilleros de Corrientes, Julio Abasolo, dijo a El Litoral que “cada una de las ladrilleras da trabajo a al menos 7 familias. En la ciudad son aproximadamente 2800 las que se quedaron sin su fuente de ingreso porque ahora ninguna está trabajando y tenemos que esperar más de un mes para volver a hacerlo”.

En los bañados del espacio costero, donde se ubican las 400 ladrilleras de la ciudad, el agua cubrió todo. De este modo, se inundó por completo el área de trabajo y se perdieron los pozos de las excavaciones que hacen los trabajadores con la maquinaria para poder realizar los ladrillos. Las cooperativas que se encuentran en zonas más altas tienen la posibilidad de trabajar, pero no cuentan con la materia prima para producir.

“El agua tapa los lugares donde nosotros hacemos las excavaciones. La única forma de entrar es con carro y después cuando se normaliza, entramos con máquinas. Pero eso es más caro”, señaló Abasolo a El Litoral. 

La bajante puede tardar aproximadamente dos semanas en estabilizarse, y una vez que suceda deben esperar unos 15 días más para que el suelo esté seco. Los ladrilleros señalan que la única forma de entrar al río para realizar su trabajo es con carros, debido a que las máquinas solo entran cuando el espacio está liberado, sin mencionar que son más costosas y no cuentan el dinero para costearlo. 

Hace un mes atrás los ladrilleros tuvieron problemas por la crecida del río, pero no fue tan preocupante como en esta ocasión. Esta semana, el Paraná alcanzó niveles de 5,49 metros (la alerta es de 6,50) según los datos de Prefectura Naval Argentina. Las 14 áreas afectadas comprenden los barrios costeros de Punta Taitalo, Molina Punta, Lomas del Mirador, Sol de Mayo, La Tosquera, Itatí, Santa Marina, Bañado Norte, Río Paraná, Esperanza, Canal 13, entre otros. 

Reclamos y asistencia 

En Corrientes Capital hay 400 ladrilleras que trabajan en cooperativas, hace más de 10 años que reclaman por un espacio propio donde puedan trabajar. Se presentaron proyectos al Municipio y a la Provincia; sin embargo, no han recibido una respuesta precisa. 

Debido a esto, la semana que viene los delegados de la cooperativa de ladrilleros partirán a la ciudad de Buenos Aires para poder comunicarse con las autoridades nacionales del sector de Minería. 

“Acá en Corrientes presentamos un montón de notas y nunca nadie hizo nada. Hay que buscar una solución de fondo, sino cada vez que suba el agua vamos a tener el mismo problema”, indicó Abasolo a El Litoral. 

Aunque las familias reciben asistencia de Desarrollo Social de la provincia, con ayuda económica y mercadería, a los trabajadores del sector no les alcanza para solventar los gastos diarios debido a las pérdidas que tienen diariamente por el factor climático. Aparte de la asistencia económica que necesitan con urgencia, piden que se construya un parque de ladrilleros que nuclee todas las ladrilleras que se encuentran en la ciudad. Proponen que el lugar debería situarse en el Parque Industrial, en el barrio Santa Catalina. Al contar con un espacio apropiado, no pasarán por la incertidumbre de trabajar en la costa del río. 

Desde la Asociación Civil de Ladrilleros de Corrientes mencionaron que hace unos 10 años recibieron un terreno de dos hectáreas, durante la gestión de Fabián Ríos, pero que luego no se continuó con el proyecto y siguen esperando su propio espacio de trabajo. 

(VT)