Después de este domingo 13 de agosto un camino incierto le tocará transitar hasta fin de año a la Argentina. Así lo indican el atraso cambiario y las dificultades que deberá enfrentar el próximo gobierno para equilibrar las cuentas fiscales y comenzar a desarmar el intrincado cepo cambiario que afecta al comercio exterior.
La única esperanza a la que apuestan tanto gobierno como oposición es que el fin de la sequía permita un salto de las exportaciones de los US$ 69.000 millones estimadas para este año a US$ 83.900 millones en 2024.
Y aquí vamos de nuevo con una vieja táctica conocida por la esfera política: una vez más la esperanza se asienta sobre los dólares del campo que permitan dejar atrás la aguda escasez de divisas en el Banco Central.
El dólar blue viene en un raid que no llega al 115% de la inflación anual, pero brinda argumentos contundentes frente a un dólar mayorista que sube 103% desde agosto de 2022.
¿Explica el dólar blue en $600 la expectativa en torno al que el FMI le pide a Massa una devaluación de 30% ?
El ministro-precandidato avanzó con el dólar maíz de $ 340 que ya generó la liquidación de US$ 1.830 millones y con el impuesto de 7,5% a las importaciones, a la vez que apretó al máximo el cepo cambiario para el pago de lo importado.
Una suerte de blindaje (perdón por el concepto) de cortísimo plazo que debería ser suficiente hasta que llegue la plata del Fondo, pero que en el medio derrama incertidumbre.
La historia que empezará a escribirse el domingo a la noche después de las Paso es desconocida pero ya adelanta señales.
Entre dólar maíz, la aceleración del ritmo de aumento del dólar oficial y el impuesto a las importaciones, según EcoGo, se generó un salto de 2,8% en el índice de precios de alimentos en la primera semana de agosto.
Así, el gobierno intentó evitar una devaluación formal y generalizada, pero no logró evitar el traslado a precios del paquete de medidas destinado a conseguir el giro del FMI.
Un escenario para ir observando es el rol de la oposición a partir del lunes próximo.
El gobierno ya adelantó que prevé anunciar una compensación salarial por la pérdida ante la carrera inflacionaria, pero se desconoce el escenario en que lo efectuará.
El resultado de las Paso, y las interpretaciones del mismo, pueden hacer variar mucho el desenvolvimiento cambiario y financiero como, a modo de anticipo, lo interpretaron los compradores de acciones y bonos argentinos en los últimos meses.
Dijo ayer el especialista Daniel Fernández Canedo en Clarín: “Parte de la expectativa en materia cambiaria se concentra en el resultado de la elección del 13 de agosto y parte en la reunión del directorio del Fondo Monetario Internacional del 21 de agosto, cuando la mesa chica del organismo deberá decidir si desembolsa US$ 7.500 millones para que la Argentina le pueda pagar los vencimientos hasta noviembre de este año.
“Un dato para consignar, contenido en el último informe de EcoGo, Haciendo malabares con el FMI, es que los supuestos fondos del FMI llegarán"cuando para entonces el país ya le habría pagado al organismo US$ 9.400 millones, casi US$ 5.000 millones más que los acordados en el acuerdo original”.
“Esos pagos fueron, entre otros movimientos, los que determinaron que al 3 de agosto las "reservas netas" fueran negativas en casi US$ 10.000 millones”.
“Sin dólares en las reservas y después de haberle pedido créditos a la CAF y a Qatar para cumplir con el Fondo, la vigencia de una brecha cambiaria ( diferencia dólar mayorista/contado con liquidación) de 110% sigue siendo el indicador más sensible de la incertidumbre reinante”.
Mientras tanto, de cara al futuro y gane quien gane, el destino incierto que recorrerá el país después de este domingo tiene solo una certeza: confiar en que la sequía le dará un respiro al agro y un alivio a las reservas.