Dos estrategias para reducir el consumo energético en la vivienda, según una arquitecta

La arquitecta Florencia Belén Galizzi sugirió la rehabilitación de las viviendas sociales valiéndose de un índice de prestaciones energéticas (IPE) para el barrio Concepción de Corrientes, Argentina. 

Mostró cómo se puede reducir el consumo energético de las viviendas, que se plasman en una mejora en el resultado del IPE. Las propuestas de Galizzi sirven de preparativo para cuando se disponga de una etiqueta para Corrientes, que permitirá clasificar a la vivienda en la escala de eficiencia.

"La rehabilitación energética busca corregir problemáticas existentes, enmarcándose en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 7 (energía asequible y no contaminante) y el 11 (ciudades y comunidades sostenibles). Las estrategias planteadas resultan beneficiosas por que permiten al usuario elegir qué tipo de intervención quiere, con base en lo económico y el grado de incomodidad que generan las mismas", indicó Galizzi en diálogo con este diario. 

La arquitecta concluyó en su investigación que existe un gran parque edilicio construido, referente al sector residencial de interés social, que no cumple con la normativa actual correspondiente a los niveles de confort higrotérmico.

Si se lo compara con el Etiquetado de Viviendas de Santa Fe (considerando que sería el más asimilable a la localización en estudio), debido a que Corrientes no posee etiquetado de eficiencia energética, el caso de estudio analizado en todas sus orientaciones se encontraría en la Clase F (más de 275 y hasta 345 [kWh / m2 año]).

La arquitecta también destacó que sus estrategias pasivas resultan el primer paso a llevar a cabo, con la mínima inversión requerida, pero con una fundamental disminución en el IPE lo que amortiza la variable económica.

"Sumado a que los programas de vivienda social no se caracterizan por tener criterios sustentables, por lo que la premisa del trabajo es mejorar el consumo de las mismas para reflejarlo en una performance de confort más placentera".

En función del diagnóstico de la vivienda base y de cuatro sus orientaciones (norte, sur, este, oeste) Galizzi propuso mejoras en los elementos de la envolvente (estrategias pasivas), cambio de los sistemas de refrigeración y calefacción (estrategias activas) e incorporación de energías renovables.

Antes de esta publicación, la arquitecta Claudia Pilar abordó las posibilidades de incorporación de Sistemas Fotovoltaicos Conectados a Red (Sfcr) en la envolvente arquitectónica de barrios en el Área Metropolitana del Gran Resistencia (Amgr) y Gran Corrientes. En ambos casos, el foco se pone en la relación vivienda-usuario.

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Estrategias Pasivas

Se utiliza por fuera de la construcción existente el Sistema Eifs en las paredes, el cual se compone por una capa base (base coat), poliestireno expandido (e: 3 cm), malla de refuerzo y finish coat (revestimiento final).

Con relación a la cubierta, se sustituye la membrana aluminizada por espuma de poliuretano proyectada. Al igual que se reemplazan las carpinterías de chapa y vidrio simple por DVH laminado y perfiles con ruptor de puente térmico.

De esta manera, se obtiene un IPE promedio de 194 kWh / m2 año, ubicando a la vivienda en la Clase D (más de 135 y hasta 205 [kWh / m2 año]), lo que refleja una reducción del 31% en relación a la vivienda base.

Al igual que lo ocurrido con la vivienda base, la orientación Oeste continúa siendo la más desfavorable, con el mayor requerimiento de energía primaria para calefacción, mientras que la vivienda orientada al Este es la que menor IPE obtiene.

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Estrategias Activas

Se reemplazan los sistemas de refrigeración (aire ventana), calefacción (estufa eléctrica) y ACS (termotanque a gas) por equipos con Etiqueta A split frío-calor y termotanque eléctrico.

Se obtiene un IPE promedio de 113 kWh / m2 año, ubicando a la vivienda en la Clase C (más de 100 y hasta 135 [kWh / m2 año]). Esto significa una reducción del 60% con relación a la vivienda base. En este caso solo la vivienda orientada al Este obtiene el IPE más bajo, al disminuir el requerimiento de energía primara para calefacción.

Estas propuestas se enmarcan en la beca de investigación de posgrado de la arquitecta Galizzi, con una beca BEI Tipo I (estímulo a la investigación). A la par de que investiga en la categoría de posgrado, ella trabaja en una empresa constructora como jefa de obra. 

"Al trabajo se lo desarrolló en mi segundo año de la beca, en conjunto con la Facultad de Ingeniería y Arquitectura. Se hizo una primera aproximación al barrio mediante el estudio y analisis de los legajos técnicos, con INVICO de por medio", explicó a El Litoral.

El barrio Concepción se ubica dentro del área de mayor expansión de Corrientes planificada por el “Master Plan Santa Catalina”. Según la Norma Iram 11.603, se ubica en Zona Bioclimática Ib- Muy Cálida.

La forma de ocupación del suelo que predomina aquí es la vivienda social, con el prototipo de 60 m2 (PT-60), que consta de cocina, living-comedor, dos dormitorios, baño y lavadero. Están construidas con tecnología tradicional: cerramientos verticales de ladrillos cerámicos huecos del 18 y del 12, con revoques completos tradicionales, revestimientos y piso cerámico, cubierta de chapa sinusoidal y carpinterías de chapa con vidrios simples.