n Los curas villeros emitieron ayer un duro comunicado en el que cuestionan la decisión del Gobierno nacional de recortar drásticamente los fondos del Fondo de Inversión Social Urbano (FISU), que administran organizaciones sociales en barrios populares.
El texto, titulado "No al recorte en políticas públicas en villas, asentamientos y barrios populares", fue firmado por equipo de más de 50 sacerdotes de las villas y barrios populares de la Argentina. Allí advierten que esta decisión significa "un retroceso que genera mayor exclusión y, por lo tanto, inseguridad y desintegración social".
Allí destacan las políticas públicas que en los últimos años permitieron que "muchos vecinos pudieran lograr mejor acceso a cloacas, agua, luz, escuela, salita y centros comunitarios. Otros pudieron ampliar y mejorar sus humildes casas".
"No es bueno desenchufar el Estado de las villas y asentamientos. Es un golpe muy duro bajar este financiamiento que beneficia a más de 5 millones de vecinos, entre los cuales la mayoría son menores", afirmó.
Y luego advirtieron que "la intervención del Estado en los más de 5000 barrios populares de todo el país no puede decaer. Bajar el presupuesto del Fondo de Integración Socio-Urbana sería volver para atrás. No podemos tolerar semejante retroceso que genera mayor exclusión y, por lo tanto, inseguridad y desintegración social. Prácticamente es la única política pública que apunta al núcleo duro de la pobreza".