Los efectos de la DANA siguen causando estragos este inicio de semana en Cataluña. Las tormentas se han ido desplazando lentamente de suroeste a nordeste. El aeropuerto de El Prat, en Barcelona, amaneció este lunes 4 de noviembre con inundaciones y goteras en muchas de sus instalaciones debido al temporal de lluvias que azota la región de la capital catalana.
Se producían retrasos generalizados y ya debieron desviarse unos 15 vuelos, según informó el ministro de Transportes, Óscar Puente.
El funcionario también comunicó que se constituyó un comité de crisis para "hacer seguimiento de la repercusión por las fuertes tormentas" y que las zonas más afectadas son la terminal 1 y el parking, de acuerdo con el sitio Actualidad RT y la agencia de noticias Associated Press.
Las autoridades pidieron a los ciudadanos de la comarca del Baix Llobregat, donde se ubica este aeropuerto, que extremen las precauciones, eviten los desplazamientos que no sean expresamente necesarios y se alejen de barrancos, ríos y otros cauces.
Muchos son los servicios que han visto interrumpido o afectado su normal funcionamiento este lunes. Ante las dificultades de movilidad generadas por las fuertes tormentas, los hospitales de Bellvitge, Viladecans y Martorell han desprogramado toda la actividad no urgente de sus agendas. La universidades catalanas también han suspendido o reprogramado las actividades académicas previstas.
El servicio meteorológico Meteocat, que había emitido a primera hora un aviso por tiempo violento en Barcelona y Tarragona, ha indicado que se han producido precipitaciones muy fuertes en puntos del sector central del litoral y prelitoral, y en localidades como Vacarisses (Barcelona) se han registrado 20,2 mm de lluvia en 30 minutos.
El Ayuntamiento de Barcelona ha activado el Plan Municipal de Emergencia por insuficiencia drenante en fase de alerta, ante el riesgo de que el alcantarillado no pueda tragar el agua de las fuertes lluvias que caen sobre la ciudad.
Por otra parte, las recurrentes tormentas en el este de España que provocaron inundaciones masivas la semana pasada y mataron al menos a 217 personas, la mayoría cerca de Valencia, determinaron la suspensión del servicio de trenes de cercanías.