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El Mosquito, humor político entre 1863 y 1893


n El periodismo a través de sus periódicos, diarios y revistas fueron voceros de principales ideas políticas argentinas en la mitad del siglo XIX y su influencia se extendió a la primera mitad del siglo XX, si bien compartida con otros medios de difusión. El Litoral de Corrientes es un exponente a partir de su mismo arranque periodístico porque Mario Mauriño “Chaque”, sin que supieran los propietarios y directores iniciales de este diario, porque no tenían conocimiento de quien o quienes le enviaban esas cartas con humor tan fino, artístico y profundo. 
    Es que Chaque se mandó una “muy de él” enviaba sus cartas con el remitente “Youngboy”. “Fue un amigo -dice don Adolfo Navajas Artaza- Gerente Director del Diario La Nueva Provincia que había puesto en marcha su padre Víctor Navajas Centeno. Y afirma don “Toco” era también como una avispa que nos mantenía alerta”. Se refiere, como no puede ser de otra manera, a quien dio fama a la palabra “cuidado” en guaraní. Mario Mauriño, el famoso “Chaque”, sin duda “el analista de política” como él se denominaba, más notable que diera nuestra provincia en la segunda mitad del siglo XX.
    “Chaque” cuenta que sus primeros trabajos, enviados desde su pueblo natal Palmar Grande, los pagos de la "Capilla de Curuzú José", llegaron a la redacción del diario “La Provincia” con una carta de presentación dirigida al señor Víctor Navajas Centeno y a su hijo Adolfo.” “Grande fue mi sorpresa dice Mario Mauriño y alegría cuando advertí que en sus páginas se publicó mi primer envío. -Hacía referencia a la asunción del gobernador Fernando Piragine Niveyro-”.
    Entre los años 1958 y 1962 Mario Mauriño elaboró sus caricaturas y humor político y social en su Palmar Grande. Enviaba sus creaciones por cartas que eran transportadas por el “Tren Económico”. “Nunca me hicieron ni su director ni don Víctor Navajas una indicación o comentario sobre el tenor de mis entregas”. Destaca “Chaque” la gran flexibilidad que demostraron tanto don Víctor como “Toco”. Eran muy abiertos conmigo como con todos los que escribían en el diario, entre ellos Carlos Gelmi con algo más de 20 años. Constituyeron al diario en una verdadera tribuna plural, con cabida para los más variados pensamientos.”
      “El “Toco” está ligado íntimamente a mi trabajo periodístico. Un trabajo que, no quiero “inflarlo”, pero que a mí me ha dado respetabilidad y consideración de la gente. Cosa que la fortuna, el dinero y el poder a otros, no les ha dado. Por ello, yo tengo un gran reconocimiento a este oficio mío, en el que Navajas está puesto en las raíces. 
    Un día vengo a Corrientes y recién a los tres meses conocí a don Víctor y a “Toco”. Por supuesto que mi “anonimato” quedó develado. Pero antes me di el gusto de mantener una charla con “Josecho Irigoyen”, a quien provocándolo le pregunté: Che vasco, quien es ese “Youngboy”. Y me dijo, “no sabemos. Sabe de política, dibuja, pero nadie se aproxima a su identidad. Fulano puede ser, pero no sabe dibujar. Este otro dibuja bien pero no sabe de política. Hasta que le confesé mi condición de autor. No lo podía creer. Tengo firmado la prueba de galera de ese día, porque me llevó a la redacción y firmaron todos los periodistas. Entre las rúbricas, está la de un joven aprendiz de la época, Carlos Gelmi.
    El “Mosquito” está considerada la Revista de más alto voltaje en HUMOR Y POLÍTICA. Fue un periódico dominical argentino de características "satírico-burlescas". Salió entre el 24 de mayo de 1863 y el 16 de julio de 1893.
    La parte gráfica, principal atractivo del periódico, consistía en caricaturas de los personajes y hechos del momento. Los ejemplares traían consideraciones sobre las Fiestas Mayas? y un breve contenido literario, junto con la incorporación de publicidad, algo novedoso en la época.
    El 2 de abril de 1868, El Mosquito se convirtió en diario, aunque mantuvo la entrega dominical destinada a las caricaturas. Incorporó noticias, crónicas del extranjero, boletín de la Bolsa, manifiestos marítimos, avisos de remate y hasta un folletín. La senda de los ciruelos, de Paul de Kock, traducido por el español Julio Nombela. 
    Luego de una crisis interna, en mayo de ese año 1868, un nuevo dibujante comenzó su labor en el periódico, Henri Stein, quien pronto se convirtió en el caricaturista oficial, con cuya labor, “El Mosquito” comenzó su época más activa y próspera.
    En sus comienzos, los editores eran los señores Mayer y Compañía. Luego de un tiempo, este cargo pasó a ser desempeñado por Mamerto García, y la distribución y publicidad por Ezequiel Leguina, subcontratista distribuidor de los más importantes periódicos del país.
    En 1868, figura como editor gerente Milhas Víctor, y como redactor principal, Eduardo Wilde. En esta época comienza su labor Henri Stein, quien en 1872 figura como director gerente y en 1875, director propietario. 
    El surgimiento del periódico entró de lleno en una etapa de transformación, cuando el periodismo de las facciones diversas, daba lugar a uno más moderno, con nuevas características, objetivos e intereses. Por lo tanto, poseyó atributos de ambos, conformando un ejemplo de gran interés histórico de la época, tanto para el periodismo como para la sociedad.
    El Museo del Dibujo y la Ilustración posee un centenar de ejemplares de El Mosquito y cuatrocientos de "Don Quijote", expuestos en la Biblioteca Nacional, la Feria del Libro de Buenos Aires y el Centro Cultural Borges. Tienen, aparte del valor plástico de sus litografías, un interés histórico excepcional, ya que en ellos se representan los hechos políticos y culturales a través del dibujo satírico.
    Enrique Stein, parisiense de 22 años, había llegado a Buenos Aires dispuesto a dedicarse a la agricultura y luego a la apicultura. En 1872, Stein figuró como el director gerente y en 1875, cuando El Mosquito cumplió 8 años de publicación, se constituyó el francés en su director-Propietario.
    A todos conocía Stein. De todos era amigo. Sarmiento le exigía que se ocupara de él semanalmente, “aunque fuera para desagradarlo”. Julio Argentino Roca ni siendo Presidente se olvidaba de felicitarlo para año Nuevo. Mansilla lo visitaba con frecuencia y dejaba su colaboración verbal. Eduardo Wilde su colaborador asiduo con el seudónimo de “Sabañon”, le dejó un día escrita con lápiz una elocuente noticia: “Stein, mañana me caso; “se lo comunico a usted porque es uno de mis pocos y buenos amigos”. Así como marcaba a fuego a un personaje, confiriéndole un rasgo o un parecido inconfundible, también lo perdonaba prometiendo no abochornarlo más. 
    Cuando todavía la instantánea fotográfica era un mito, su lápiz imprimía en los rostros gestos y expresiones que resultaban como la misma realidad. Otras veces en un rapto de humorismo, él mismo se combatía desde otro periódico. Así, cuando los mitristas quisieron también tener su desahogo humorístico, a instancia de Eduardo Costa, desde la presidencia, con el pseudónimo  de Carlos Monet, hirió a su “Mosquito”, que era Alsinista. Este trabajo doble duró dos años.
    Enrique Stein, dilecto amigo de los argentinos y francés por su cuna y su acendrado culto de la libertad, falleció en Buenos Aires el 17 de enero de 1919. Apicultor frustrado, de todas maneras pensaría que los hombres, por naturaleza, presto olvidan los dulzores, y en cambio recuerdan el aguijón.
    Un sentido homenaje al inolvidable Mario “Chaque” Mauriño.  Un grande de nuestro Taragüí. 

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