El excapitan de navío de la Armada, Carlos Pérez, detenido por la causa de la desaparición del niño Loan Peña y sospechado de liderar una organización delictiva, quedó en la mirada de los investigadores al conocerse parte de su legajo.
Según el informe elevado por la propia fuerza, el exmarino sanjuanino fue jefe de Inteligencia en Bahía Blanca y de Contrainteligencia en Trelew.
Fuentes del Sistema de Inteligencia Nacional confirmaron a Clarín que en las diferentes unidades de las Fuerzas Armadas se designan a jefes de Inteligencia y Contrainteligencia, como fue el caso de Pérez, que llegó a ese último puesto mientras trabajó en la Unidad de Mantenimiento y Servicio.
Detallan además que “no hay otra mención a destinos vinculados a la inteligencia. Son trabajos que se basan en dos características ineludibles para su éxito: la confidencialidad y el secreto”, remarcó el matutino nacional.
Añaden que los investigadores del caso Loan sospecharon de las posibles habilidades de Pérez vinculadas a la inteligencia, primero, cuando lo escucharon declarar.
Su exposición ante los fiscales provinciales Juan Carlos Castillo y Guillermo Barry fue muy articulado, preparada para intentar no dejar ningún detalle “suelto”, e incluso también enfocada en sembrar sospechas sobre los otros comensales que estuvieron en la casa de la abuela de Loan cuando el niño “desapareció” luego del almuerzo el 13 de junio pasado.
“No pudo evitar eludir mendacidades, u ocultar acontecimientos que podrían comprometerlo tanto a él como a su esposa María Victoria Caillava”, remarcaron.
“Omitió contar, por ejemplo, que uno de los campos linderos al paraje El Algarrobal, donde se sucedieron los hechos investigados, son propiedad de la familia de su pareja” y tampoco “dijo nada de la visita furtiva al hospital de 9 de Julio que hizo Caillava”, la noche en que desapareció el niño.
(WA)