El juicio por la muerte de Lautaro Rosé, ocurrida en noviembre de 2021, deberá reiniciarse por completo. La decisión fue tomada por el Tribunal Oral Penal N° 1 de Corrientes, luego de que una licencia médica de la jueza Ana del Carmen Figueredo suspendiera las audiencias por un período superior a los diez días hábiles, plazo máximo establecido por el antiguo Código Procesal Penal.
La última audiencia se había realizado el 29 de julio, y si bien el reinicio estaba previsto para este lunes 11 de agosto, la presentación de una nueva licencia de la magistrada impidió que el debate continuara dentro del plazo legal. El Tribunal, integrado por los doctores Darío Alejandro Ortiz y Román Facundo Esquivel, resolvió aplicar el artículo 391 del antiguo Código Procesal Penal.
Los imputados en la causa son seis efectivos del Grupo de Intervenciones Rápidas (GIR), acusados de abandono de persona agravado por el resultado muerte, severidades e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
El planteo de reiniciar el juicio fue realizado por el querellante, doctor Hermindo González, y fue respaldado por la fiscalía y una de las defensas. Aunque las otras dos defensas solicitaron continuar, no hubo acuerdo para incorporar la documental pendiente y evitar la suspensión.
Desde el Tribunal se informó que, en los próximos días, se fijará una nueva fecha para la reanudación del debate.
Cómo se dieron los hechos que tiene como imputados a 6 policías
La víctima fatal, Lautaro Rosé, de 18 años, y sus amigos habían ido a la costanera el domingo 7 de noviembre de 2021.
Luego de la medianoche, varios móviles policiales acudieron a la zona por un llamado al 911 por incidentes a partir de una pelea en Costanera y Edison, y más tarde por otro episodio, un presunto ataque a un patrullero, en la avenida 3 de Abril debajo del puente Belgrano.
Las imágenes de las cámaras y los testimonios coinciden en que los policías hicieron un giro en U y a partir de ese momento iniciaron la persecución al grupo en el que se encontraba Lautaro, que corrió en dirección a la orilla del río.
Al llegar al club Boca Unidos no tenían opción más que subir hacia el encuentro de los uniformados o intentar escapar hacia el agua.
Según los investigadores, se habrían quitado las zapatillas, y esto concuerda con el hallazgo del calzado deportivo de color negro de Lautaro por parte de su hermano, sobre unas rocas. En el lugar fueron secuestrados cartuchos percutidos de escopeta, balas de goma, así como uno de calibre 38.
El adolescente que acompañaba a Lautaro logró salir del agua, a pesar de que en ese momento le estaban disparando.
Según su relato, corroborado por los informes médicos, fue golpeado a patadas en las piernas y en el tórax, y luego fue esposado.
Se consideró probado que la detención del joven se hizo sin registro alguno, y más grave aún, que los pedidos de auxilio de Lautaro desde el agua fueron desoídos por los policías, que a esa hora exacta estaban en ese sector preciso de la orilla.
También está acreditado que los policías amenazaron al joven menor de edad para que no dijera nada de lo ocurrido.