Dos estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), Santiago Guzmán y Tobías Mas, se graduaron de Ingenieros Civiles presentando un anteproyecto innovador para solucionar la grave problemática de congestión y alta siniestralidad en un sector crítico de la Ruta nacional N.º 12.
El trabajo final de graduación se centró en el tramo de 74 kilómetros que conecta la estación de peaje de Riachuelo con la intersección de la Ruta Nacional N.º 118. Esta sección es una de las más riesgosas de la provincia, ya que, según datos citados en el estudio, la Ruta 12 concentra el 47% de los accidentes en rutas nacionales en la jurisdicción.
Desgaste y peligro de sobrepaso
La motivación de los entonces estudiantes (tutoría del ingeniero Rolando Bian y asesoría del ingeniero Alejandro Ruberto) surgió del avanzado deterioro de la infraestructura, sumado al creciente volumen de tránsito (que pasó de 3.150 vehículos diarios en 2010 a 5.415 en 2023) y a la alta siniestralidad.
Actualmente, el tramo opera al límite de su capacidad, con condiciones de manejo inseguras y demoras significativas. El estudio reveló que en el tramo se registran velocidades promedio de apenas 63 a 67 km/h, con un 80% del tiempo de viaje sin posibilidad de sobrepaso seguro.
Carriles adicionales como solución intermedia
La propuesta de los ingenieros Guzmán y Mas se titula "Anteproyecto de carriles adicionales y reacondicionamiento en Ruta Nacional N° 12 KM 940 a KM 1.014". Su gran valor radica en ser una solución intermedia y factible frente a la tradicional, pero costosa, duplicación completa de la calzada (autovía).
La propuesta incluye dos pilares fundamentales:
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Carriles de Sobrepaso Estratégicos: Se planteó la implementación de carriles adicionales en tramos puntuales para interrumpir la formación de “pelotones” de vehículos. Se proponen 7 tramos en sentido ascendente (20,8 km) y 6 tramos en sentido descendente (16,8 km).
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Reacondicionamiento Integral: Incluye el ensanche y refuerzo estructural de la calzada. El ancho de carril actual de 3,35 metros pasaría a 3,65 metros, con un ancho total de calzada de 7,30 metros, permitiendo cumplir la normativa de velocidad máxima a 110 Km/h. Además, se proyectan banquinas pavimentadas de 1,8 metros de ancho.
Los autores indicaron que, según la normativa de Vialidad Nacional, la adición de carriles de adelantamiento ubicados estratégicamente puede reducir la siniestralidad total en aproximadamente un 25%, actuando directamente sobre las maniobras de mayor riesgo. El costo de implementación es sustancialmente menor que una autovía, haciendo la inversión más eficiente y escalable para el futuro.
El proyecto, con un sólido sustento técnico y un análisis de costos detallado, se presenta como una hoja de ruta para que los organismos competentes garanticen un tránsito más fluido y seguro en la principal vía terrestre de la región.