El zaguero central, es un histórico de Mandiyú. Se inició en el “otro” en el Deportivo, cuando estuvo en el fútbol grande del país.
Espigado, fue un defensor luchador, con buen cabezazo en las dos áreas. Firme en su función.
No se caracterizó por sutilezas, pero si por la entrega y aporte a la hora de ser requerido, aun joven en el elenco textil.
Su trayectoria siguió en Huracán Corrientes, donde, con más experiencia, se erigió en uno de sus puntales y hasta asomó en el área rival para marcar algún gol. Como aquel que le hizo a Arsenal de Sarandí, en el Gran Buenos Aires, cuando el elenco correntino se impuso por 1 a 0, para fortalecer la campaña al ascenso.
Después se fue a Mendoza donde estuvo varios años, hasta que decidió pegar la vuelta.
Y otra vez a defender los colores albiverdes. Los que ostentó el Deportivo Mandiyú, ahora devenido en el nuevo Textil, con las ganas de emprender, en sus ultimos años como futbolista, una carrera similar a la de antaño, para devolver a su equipo a los máximos círculos del fútbol nacional. (RAC).-