La Universidad Nacional del Nordeste (Unne) cuenta desde hace cuatro años con un laboratorio de mieles destinado a fortalecer la actividad apícola regional. El mismo funciona en el Campus Deodoro Roca y actualmente se realizan allí análisis físicos, químicos y bacteriológicos.
El Laboratorio de Análisis de Productos Apícolas (Labapi), fue creado en el marco de distintos programas nacionales. Estos son el programa Apícola del Ministerio de Producción, Trabajo y Turismo, el Programa de fortalecimiento de la actividad emprendedora, la ciencia y la tecnología del Ministerio de Educación y Cultura de la Nación y de la Universidad Nacional del Nordeste.
El convenio original estableció como objetivo principal “brindar un servicio analítico para productos apícolas de excelencia en la provincia”. Se apunta así a sa-tisfacer una necesidad regional de los productores para fortalecer este sector y contribuir a mejorar la calidad de vida en la provincia a través de la competitividad de sus emprendimientos productivos.
Desde la Unne confirmaron que este laboratorio as-pira a alcanzar la calidad to-tal que obliga a presentar idoneidad, seguridad y confiabilidad. A su vez, busca ser una herramienta que res-ponda a la necesidad del sector pues aporta información para discernir sobre la calidad e identidad de productos apícolas respondiendo a normas exigidas por los mercados.
Francisco Antonio Váz-quez es uno de los integrantes de Labapi y comentó que este sitio representa una po-sibilidad de asesoramiento y asistencia técnica altamente calificada para satisfacer los requerimientos de calidad de los productos de la colmena elaborados y comercializados por la comunidad re-gional de productores apícolas.
“Esto permitirá la introducción en el mercado co-rrentino, en la región y el mundo de un producto certificado de calidad comprobada”, aseguró.
Cabe señalar que este laboratorio se constituyó en el primer centro de testeo específico de calidad de productos apícolas en la provincia y en la región. “Esta facilidad disminuye costos y logra agilizar los trámites de comercialización ya que la falta de laboratorios de este tipo en la región NEA llevó a que los productores comercialicen los productos sin conocer su calidad, condición excluyente en la determinación del precio”, aseguró.
Contó entonces que en Labapi se realizan los análisis básicos que requiere un productor para conocer la calidad de sus productos, es decir análisis microbiológico por una parte y por otra, características físico-químicas.
También se incorporan las determinaciones de otros parámetros que requieren los emprendedores no sólo para exportar, sino para me-jorar y conocer cuáles son sus rutinas de trabajo.
Actualmente los análisis que se realizan en el laboratorio son físicos, químicos y bacteriológicos, y según pudo saberse, se implementarán en un futuro muy cercano determinaciones especiales que completarán las caracterizaciones de las mieles correntinas para darle valor agregado.
“El laboratorio está funcionando al 85 por ciento de su capacidad, esto permite la caracterización de la miel en cuanto a frescura, maduración, pureza y otros criterios de calidad, mientras que el 15 por ciento de la capacidad operativa se pondrá en marcha en breve, agregando un área de estudios específicos de alta complejidad que se hacen en el producto”, adelantó el especialista.