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Constelaciones Familiares, una manera de entender las acciones

Por El Litoral

Martes, 25 de noviembre de 2014 a las 15:06
Por la doctora Fabiana Satto (*)
[email protected]


Las constelaciones familiares son un abordaje terapéutico, fenomenológico, familiar y  sistémico,  que permite configurar sistemas humanos en el espacio. A partir de la configuración inicial planteada por la persona que consulta, se van generando una serie de movimientos que van mostrando imágenes que corresponden al inconsciente del individuo y al inconsciente familiar.
El procedimiento evolucionó a través de Bert Hellinger, psicoterapeuta, pedagogo, filósofo alemán contemporáneo. Las observaciones de este reconocido terapeuta en su trabajo de campo con familias le permitieron reconocer ordenamientos, que actúan con fuerza de ley en los sistemas humanos y que él llamó Ordenes del Amor.

¿Es un tipo de terapia?
Las constelaciones familiares no son en sí mismas una terapia, no reemplazan la psicoterapia. Son una herramienta que cada vez más psicoterapeutas usan como complemento, al cual recurren cuando se ven patrones repetitivos difíciles de superar en la vida cotidiana del paciente.
Una constelación familiar generalmente muestra una imagen profunda del sistema que no es posible ver desde la psicoterapia personal. Y estas imágenes en movimiento actúan como motivadoras de comprensiones que luego de un tiempo, generan movimientos internos más profundos en el individuo y en todo el sistema;  y abren nuevas posibilidades de soluciones.

¿Qué son las implicancias sistémicas?
No somos individuos tan independientes como pensamos. Cada uno de nosotros llevamos en el inconsciente toda la historia familiar aunque desconozcamos que es así. Los hechos traumáticos o excluyentes que no se resolvieron en su momento, pueden pasar de una generación a otra y afectar a postgénitos que nada tienen que ver con el hecho en sí, pero pertenecen  a ese sistema.
De manera inconsciente nos implicamos y repetimos aquello que no fue tramitado o asumimos roles que no nos corresponden. Por ejemplo: una madre pierde un bebé por aborto espontáneo o provocado y uno de los hijos vivos, generalmente el que nace después, toma inconscientemente ese lugar en el sistema y se identifica con el destino de morir de su hermano o puede  tener en la vida diferentes tipos de dificultades como no terminar las cosas que inicia, proyectos, carreras, hasta tener depresión o intentos de suicidio.
Hay diversas dinámicas que se ponen en juego generando las implicancias. Y éstas muchas veces son necesarias para la sobrevivencia del sistema y otras veces se deben al “amor ciego” de un postgénito por sus padres, hermanos, abuelos y tíos principalmente.
Ese amor ciego es inconsciente y es infantil, en el sentido de que no logra llegar a una solución en lo que se propone: salvar a la madre, reivindicar al abuelo, expiar la culpa no asumida de un tío, hacer presente a un miembro excluido, etc. Mediante una constelación familiar el paciente puede renunciar a ese amor ciego que lo lleva a no poder tomar su vida completamente y vivirla a pleno, para pasar al “amor lúcido”: más maduro, que respeta la historia de los ancestros sin juicios y así puede  tomar la fuerza y la vida que fueron posibles para él desde un lugar más ordenado y pleno.
Las investigaciones de los últimos años demuestran a través de la Psicogenealogía, de la Psicología Transgeneracional, y de las Constelaciones Familiares que hay muchos patrones de repetición inconscientes en las familias que se transmiten de generación en generación.

¿Qué es lo que se repite?

En el trabajo con este tipo de intervenciones vemos la repetición de enfermedades, estafas, número de matrimonios, muertes tempranas, fechas trágicas, emociones transferidas como la ira, el miedo y la tristeza. También se repiten abusos, violaciones, secretos, duelos no elaborados o separaciones.
La construcción del árbol genealógico, o genosociograma es una herramienta muy importante que permite a la persona ir incluyendo hechos que desconocía, miembros del sistema que no recordaba o ignoraba y le permite una mayor comprensión de las dinámicas que actúan en su sistema.

¿Cómo se constela?

Las constelaciones se pueden realizar en talleres grupales, donde la imagen del grupo se forma con las personas presentes, algunas de las cuales se eligen como representantes de los miembros del sistema en cuestión. También se puede realizar una constelación en una sesión individual donde están solo el paciente y el constelador. Aquí se usan diferentes elementos para representar a los miembros de un sistema: pequeños muñequitos, palitos de madera, o plantillas que se ponen en el piso a modo de persona, dibujos, etc.
En un taller grupal hay algunas personas que quieren constelar una dificultad personal y otras que solo quieren participar mirando o representando a algún miembro de las familias consteladas si el consultante se lo solicita.
La persona que quiere constelar presenta sólo el tema y el constelador hará algunas pocas preguntas sobre su sistema familiar, suficientes para decidir a quienes se va a representar (incluido alguien para el constelado) en el espacio y si es necesario, introducirá a otros representantes del sistema.
La persona observará junto a los presentes el proceso de su constelación y todos se podrán beneficiar ya que el desarrollo de la misma va  desde la imagen de desorden, desequilibrio, conflicto,  hacia una imagen más ordenada, equilibrada y sana. Esas comprensiones sirven a todos para aplicarlas desde lo consciente en sus vidas cotidianas además de movilizar sentimientos y emociones retenidas que se liberan durante un taller.
Es muy recomendable para cualquier persona, asistir a un Taller de Constelaciones Familiares y vivir la experiencia  ya sea como espectador o como consultante.

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