Los árboles visten el paisaje de la ciudad y le dan un encanto con identidad propia. Basta hacer memoria para recordar los lapachos florecidos en primavera o el enorme ejemplar en medio del Parque Mitre. Porque todos son capaces de disfrutar la belleza de sus tallos, hojas y flores; pero para tener y preservar un ejemplar se requiere de un vasto conocimiento. Surgen allí los siguientes interrogantes: ¿Cuál es la mejor manera de mantener los árboles? ¿Cuáles son las especies recomendadas para las angostas veredas de Corrientes? ¿Cuáles son los momentos para podar y cómo debe hacerse?
La Secretaría de Ambiente elaboró un informe en el que se describen los elementos a tener en cuenta desde el momento en que se decide plantar un ejemplar.
Esto se generó el marco del proyecto de educación ambiental y capacitación en espacios verdes denominado “Mi Ciudad Arbolada”, Nancy Esteche coordinadora de la iniciativa, adelantó que en la ciudad se realizó un relevamiento en la zona céntrica con el fin de capacitar a los vecinos en los cuidados que se presentarán a continuación.
Respetar los momentos
Entre las especies ornamentales se distinguen tres momentos para podar: una de formación, se debe hacer en los primeros años con el objetivo de conducir el árbol para mantener sus ramas fuertes y situar la copa a cierta altura del suelo. La segunda poda es de mantenimiento, esta etapa consiste en eliminar del árbol (ya formado) aquellas ramas que estén secas o a riesgo de roturas posteriores.
Por último existe la poda excepcional, esta debe realizarse como último recurso y los especialistas aseguran que son innecesarias, sólo deben darse en ocasiones especiales, como por ejemplo, en el caso de que se desee reducir el volumen de la copa del árbol.
Se recomienda podar en invierno, mejor aún a finales de dicha estación. Esto debe ser así ya que en invierno se hacen visibles las partes que merecen ser cortadas; si se poda en verano significa una suerte de castigo, ya que se elimina muchas hojas y parte de la savia que puede considerarse como una pérdida importante.
Además en invierno se diseminan los hongos, que pueden aprovechar las malas podas para infectar; sin embargo, vale remarcar que existen especies que florecen al inicio de la primavera, que no se deben podar en invierno sino que debe esperarse a que reproduzcan sus flores.
Por esto se recomienda por sobre todo que debe podarse con conocimiento y con los debidos requerimientos que tengan que ver para cuidar la especie y no dañarla.
Los recomendados
La especialista Sonia Couchunal, en la presentación del proyecto “Mi ciudad arbolada”, destacó: “Hay árboles que son apropiados para determinados espacios, ya sea veredas, jardines, parque o plazas. Por lo tanto hay que ver el espacio de cada frentista”. Entre las especies recomendadas para las veredas se encuentran: Pata de Buey, Crespón, Tebastia, Fresno, Pindó, Ligustro Aureo y Falso Caoba.
Por otro lado, se puso en marcha el programa “Mi ciudad arbolada”, cuyo objetivo es enseñar, con mayor profundidad, la preservación de especies y de espacios verdes.