El intendente electo de Mercedes y referente político local, Víctor Cemborain, dialogó con Hoja de Ruta tras el triunfo de Juan Pablo Valdés, quien se quedó con más del 60% de los votos en la ciudad. Aseguró que el desafío inmediato es “administrar con prolijidad y transparencia” a partir del 10 de diciembre, cuando asuma la intendencia. “Estamos preparados, con equipos listos y experiencia. Si las circunstancias adelantan la sucesión, también estamos en condiciones de asumir mañana”, afirmó.
El dirigente se refirió a la crítica situación institucional y judicial que atraviesa Mercedes: el intendente en funciones está detenido, la viceintendenta estuvo impedida de ejercer y una concejal quedó al frente del Ejecutivo de manera transitoria. “No sé qué va a pasar, porque incluso Juana Gauto está procesada por un accidente gravísimo en el balneario municipal. Mercedes ya no aguanta más conflictos institucionales”, advirtió.
En el plano económico, Cemborain describió un escenario de deuda que, según él, supera ampliamente lo declarado oficialmente. “Blanquearon 700 millones, pero la deuda real pasa los 1.300 o 1.400 millones de pesos, con proveedores que no cobran desde enero o febrero. No pienso hacerme cargo de eso. No voy a pagar las deudas, que se arreglen con quienes las contrajeron”, sentenció.
Consultado sobre el rol del concejo deliberante y la influencia del exintendente preso, sostuvo que persisten maniobras irregulares y contradicciones legales: “Hubo concejales que avalaron simulacros institucionales. Pero la suspensión no fue una decisión política: la justicia separó al intendente de sus funciones”.
Finalmente, en su estilo directo y sin concesiones, el exjefe comunal remarcó que el objetivo es normalizar Mercedes: “Hay que poner orden, basta de conflictos. Tenemos que mirar hacia adelante y gobernar con transparencia”.
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