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/Ellitoral.com.ar/ Ciudad

Antes del acuerdo, hubo varios heridos en enfrentamientos entre choferes y la Policía

Los agentes trataron de impedir el ingreso de los colectiveros al predio de Ersa disparando balas de goma y gases lacrimógemos. Se dieron momentos de tensión y familiares de los trabajadores también resultaron afectados. 
Problemas. Fueron varios los momentos de tensión y violencia que se dieron ayer en el galpón de una de las empresas.

Tras el llamado a una nueva conciliación obligatoria por parte de la Subsecretaría de Trabajo, desde la dependencia provincial determinaron que el paro llevado adelante por los choferes el lunes y parte de la jornada de ayer era ilegal. Luego de esto, varios grupos de la Policía se hicieron presentes en el ingreso del galpón de la empresa Ersa, donde los colectiveros se reunieron y permanecieron varias horas a la espera de una solución salarial.

Un primer posible acuerdo determinó la salida de 10 unidades para que presten servicio en la ciudad, pero esta alternativa fue rechazada por los trabajadores luego de una asamblea realizada en el mismo lugar. Posteriormente, ya pasado el mediodía, llegó al lugar el secretario general de UTA, Rubén Suárez, para dialogar con representantes de la empresa en busca de una respuesta concreta sobre el reclamo que sostienen los colectiveros hace tiempo.

Los choferes allí presentes acompañaron al referente gremial hasta el ingreso, momento en que aumentó fuertemente la tensión. La Policía, que hasta ese momento sólo hacía guardia, se acomodó sobre la entrada al predio. En esa ocasión se dieron situaciones violentas y hubo varias personas que terminaron lastimadas.

Los agentes comenzaron a disparar balas de goma para disipar a los trabajadores que se encontraban sobre el ingreso al galpón. Además, lanzaron gases lacrimógenos que afectaron no sólo a los choferes, sino también a sus familiares presentes y hasta a alumnos y docentes de una escuela cercana (ver recuadro).

 Con los disparos y el gas ganando la escena, los colectiveros retrocedieron y se alejaron del lugar algunos metros. Mostraron luego, algunas heridas de balas de goma en los brazos y las piernas. 

La tensión fue creciendo y el enfrentamiento se extendió, llegando a darse cruces también con vecinos de la zona, familiares de los trabajadores y miembros de varias organizaciones sociales que se hicieron presentes para apoyar el reclamo salarial. 

Los incidentes se dieron en varios momentos. Cuando la situación pareció calmarse, volvieron a vivirse momentos de violencia y mucha preocupación. Los choferes mostraron un fuerte malestar por lo sucedido.

En medio del caos y mucha confusión, el secretario general de la UTA Corrientes también resultó herido, mostrando luego un corte en la parte trasera de la cabeza. 

Previo a los problemas, cerca de una veintena de choferes habían recibido notificaciones de despidos y sanciones, algo que colaboró para que la situación, lejos de calmarse, se agrave aún más. 

A pesar de los hechos violentos, el representante gremial logró ingresar al predio de la empresa y pudo reunirse con algunos representantes de la firma Ersa. Mientras tanto, afuera del galpón la situación se calmó relativamente, aunque se percibía la tensión entre los trabajadores y la Policía. 

Más allá de los despidos y de que el paro fue considerado ilegal, la medida de fuerza de los colectiveros seguía vigente, a excepción de las líneas 110 y 101 de Turismo Miramar que ya habían comenzado a circular con custodia policial.

Tras la reunión en el interior de la empresa, el representante gremial Rubén Suárez salió y anunció que se había llegado a un acuerdo y que abonarían el monto adeudado de acuerdo a lo que marca la escala salarial vigente para el sector.

De esta manera, la situación se tranquilizó y muchos de los choferes se retiraron del lugar mientras que otros ingresaron para empezar a reactivar el servicio urbano. 

Pasadas las 18, ya sin manifestantes afuera de la empresa, la Policía igualmente seguía custodiando el lugar y las cubiertas permanecían en medio de la calle de salida como rastro de la protesta y los incidentes que se dieron después con varios lesionados y detenidos como resultado. En el lugar quedaron también desperdigados los cartuchos de balas de goma.

Desde el Ministerio de Seguridad explicaron que los agentes llegaron al lugar “para garantizar la integridad física de los trabajadores que se disponían a reiniciar su jornada laboral”. Además, agregaron que “por causas que no fueron esclarecidas, trabajadores, empleadores y un referente sindical originaron un altercado que incluyó golpes, piedras, por lo que  la Policía actuó en consecuencia para restablecer el orden en la zona”.

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