Se inició la ronda de testimonios en el juicio a tres policías por la muerte del dirigente barrial Ramón “Moncho” Arce, ocurrido en la Navidad de 2004. Comparecieron ayer ante el TOP N° 2, la esposa y la hija de la víctima, como así también su nuera. También declaró un vecino que estuvo detenido en la Comisaría 11 junto con Moncho y un policía que estuvo a cargo de la guardia esa fatídica madrugada.
En primer término declaró el suboficial Domínguez, quien en el 2004 se desempeñaba como escribiente, en la Comisaría 11, “ese 25 de diciembre, aproximadamente a las 2 de la madrugada, llega a la comisaría la camioneta de la policía con un ciudadano, demorado por haber participado de un disturbio, se baja del vehículo caminando acompañado de dos suboficiales quienes lo llevan al fondo en el sector de la cocina y lo dejan sentado, me dirijo a él y tomo sus datos personales no recordaba su DNI, estaba alcoholizado, por lo que dejé en esa instancia, regresé a los 30 minutos porque me avisan que el señor Arce no estaba bien, le hablo y no contesta, le tomo el pulso y estaba muy débil por lo que avisé a mis superiores, llamamos a la ambulancia pero como sabemos que la ambulancia nunca viene, el suboficial a cargo decide llevarlo en la camioneta de la fuerza, al Hospital Llano, después de 2 o 3 horas, me enteré por un compañero que el señor Arce había fallecido”.
Luego fue el turno de José Luis Martínez: “Esa noche cerca de las 2 o 2,30 de la madrugada de ese 25 de diciembre voy a buscar a mi señora a la casa de Moncho. Ella fue a saludar, nosotros vivíamos a 25 metros, cuando llego a la casa, escucho gritos de mujeres y niños, me detienen los policías que estaban en el frente de la casa, había muchos policías en la calle, con armas largas. Me esposan sin más trámite, me ponen en un vehículo Polo de la policía y me llevan a la Comisaría 11, donde quedé demorado hasta el mediodía, sin saber por qué. Me dejaron sentado en el fondo, en un pasillo. A los 20 minutos traen a otra persona, quien queda recostado por mí, no sé quién era porque me taparon con un trapo la cabeza, seguidamente escucho que alguien le pregunta cómo se llama y la persona contesta, Moncho Arce. En ese momento supe quién era, pero no podía verlo, él se recostaba por mí y continuamente emitía un ruido de quejido. Pasaron unos minutos y escucho que dicen ‘tiene el pulso muy débil’, me corren y ahí me sacan la manta que tenía en la cabeza y puedo divisar que era Cabeza, así le decían a Moncho. Estaba muy pálido, era un persona moribunda lo que vi y se lo llevaron. A las dos o tres horas viene un policía y me dice a tu amigo le dio un paro y falleció”.
En la audiencia de ayer también declararon los familiares de Moncho. La primera en comparecer de manera virtual fue Patricia Ortega, nuera de la víctima. “Esa noche estábamos de sobremesa y viene un vecino a avisar que los hijos de Moncho estaban peleándose, en la cercanía, Moncho sale corriendo, Yo le sigo y a unos metros viene uno de los hijos, quien dice que los policías le habían pegado, llegamos donde estaban los policías y el otro hijo, Moncho discute con ellos. Regresamos a la casa, él entró a buscar una agenda, en eso viene la camioneta de la policía. Uno dice ‘esa es la casa de Moncho’, y ellos entran a la casa, rompieron una mesa que estaba en la entrada. Eran varios, de forma violenta, tiraban balas de goma les gritábamos que no tiren porque hay criaturas. No hacían caso, a mí me pegaron varios tiros con bala de goma, me dejaron todo ensangrentada la pierna. Los que entraron a la casa eran los de la motocicleta y los de la camioneta, vi que entró el chofer. Lo sacaron alzado de los pies y los brazos, le pegaban patadas y con la cachiporra al cuerpo, a la costilla de mi suegro, lo cargaron en una camioneta y le seguían pegando”.
“Cuando nos enteramos que lo llevaron al Hospital Llano nos dirigimos ahí, pero nos dijeron que ahí no estaba, entonces fuimos al Hospital Escuela, donde nos dijeron que no estaba, que se encontraba en el Llano, nuevamente nos dirigimos y nos enteramos que ya había fallecido. Como de mi pierna, emanaba mucha sangre, me ponen en una camilla para hacerme las curaciones. Había una cortina en ese lugar que me separaba del resto, en un momento se corre y veo a mi suegro fallecido en una camilla”.
Luego compareció la viuda de Moncho, Rita Vallejos. “Esa noche ellos entraron (los policías) y sacaron a los golpes a mi marido, le pegaban patadas en el cuerpo y con cachiporras. Se lo llevaron desmayado, lo subieron en una camioneta donde le seguía pegando patadas, tiraron balas y había muchos chicos. Nada les importaba, rompieron todo cuando entraron a mi casa. Eran seis”.
Por último declaró Nancy Arce, hija de Moncho: “Esa noche me fui a acostar temprano. Mi hija tenía un año. Escucho ruidos como cohetes y gritos, salgo de la habitación y veo que eran policías tirando tiros. Todos gritaban. Veo a papá ensangrentado, llegan más policías en motos y autos, él sale y les dice ‘miren lo que me hicieron, Uds. no saben quién soy yo’. Moncho entra a la casa y le siguen los policías. Eran cinco o seis. Saltan y rompen la mesa que estaba al frente de la casa, nos agarran a mí y a mi cuñada del brazo y no nos dejan pasar. En seguida sacan a mi papá. Lo venían pateando eran cuatro los policías, con la cachiporra le pegaban en el cuerpo, en la zona de las costillas”.
Los imputados son Ramón Rolando Basualdo y Carlos Ramírez -quienes estuvieron presentes en el recinto- y Carlos Ariel Alcaraz, quien participó en forma remota. Todos ellos, efectivos policiales al momento de ocurrir el hecho.
El juicio continúa el próximo jueves 3 de diciembre a las 8 horas con más testimoniales.
(NG)