Por Salvador Di Stefano
Asesor financiero
La interna entre el presidente del Banco Central y el ministro de Economía activan las alarmas económicas. El refugio es el dólar. Las empresas no tienen dólares para enfrentar el vencimiento de deuda. A este Gobierno lo vuelve a salvar el campo. Si sos productor, fijá precios, retenciones a la vista.
El mercado respondió con bajas generalizadas de bonos y acciones, a las medidas cambiarias. El volumen en el mercado cambiario cayó notablemente, el dólar está en un freezer, pero no descartamos que esto vuelva a ponerse caliente con el correr de los días.
Hay un corto circuito entre el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, y el ministro de Economía, Martín Guzmán. Vamos por las diferencias, mientras uno quería intervenir en el mercado del dólar, el otro se negaba. El Central desea tipos de cambios múltiples y el ministro negocia con el FMI control de cambios y trabajar en vías de un tipo de cambio unificado. Miguel Pesce no desea intervenir el mercado vendiendo bonos, el ministro lo ve como una alternativa muy viable.
Cuando hay tanta diversidad de criterio entre dos funcionarios de primera línea, lo que dice el manual es que si siguen ambos en el cargo, el dólar blue comenzará una escalada de precios reflejando esta disconformidad. Lo que también dice el manual es que sería aconsejable unificar criterios, por ende, alguno de los dos tendrá que dar un paso al costado.
El dólar blue seguirá aumentando, los especuladores no se sentarán a mirar una película de terror sin una defensa en el bolsillo. Tampoco el ministro puede ir a negociar devaluado, acaba de realizar una reestructuración de la deuda con los bonos valuados a una tasa interna de retorno del 10% anual, y ya cotizan a una tasa interna de retorno del 13% anual. Esto habla a las claras de que se negoció bien, pero la puesta en plaza de los títulos es un desastre, esto nos aleja de la posibilidad de conseguir financiamiento a tasas razonables.
Se reestructuró la deuda pública, para que las empresas privadas pudieran salir al mercado a financiarse, como el presidente del Banco Central les cerró la ventanilla para pagar, ahora los precios de las obligaciones negociables de las empresas privadas se destruyeron en plaza, perdiendo toda posibilidad de financiarse a una tasa razonable.
Reestructuraron la deuda buscando la paz cambiaria, financiamiento a tasas razonables y un sector privado con crédito a tasas bajas y creciendo. Lo que hasta ahora consiguieron fue inestabilidad cambiaria, corte del crédito al sector público y empresas privadas al borde de la cesación de pagos por no contar con dólares para enfrentar los próximos vencimientos. Esto último y el infierno dicen que es muy parecido.
Pero hay buenas noticias en el mundo:
lLa Reserva Federal de Estados Unidos mantendrá la tasa en el 0% anual hasta el año 2023.
lBrasil comenzó a crecer y el real se aprecia.
lChina activó las compras de materia prima, el yuan se aprecia contra el dólar y gana poder de compra.
lEl dólar en el mundo se devalúa y esto augura buenos precios para las materias primas.
lLas materias primas que exporta Argentina volaron en precios.
La soja cerró en el disponible USD 280 una suba de casi 40% desde los mínimos del año, para la posición mayo 2021 USD 252. El maíz cerró en USD 165 el disponible, y la posición abril 2021 USD 159,50. El trigo cerró en USD 190 el disponible y la posición diciembre 2020 en USD 194 la tonelada.
El disponible es el precio hoy, la segunda fecha refleja el momento en que se lleva adelante la cosecha del producto. Son precios excepcionales.
La realidad es que cada vez que llega un gobierno peronista la soja sube, yo creo que tienen un contrato o franquicia que la hace subir cuando ellos llegan. Si tenemos buen clima, y los rindes son normales, el campo le va a poner un piso a la actividad económica.
Pondrán más retenciones. A no dudar eso, la suba de retenciones del 3% para maíz y trigo vienen en cualquier momento. Yo me aprestaría a cerrar precios de la próxima campaña.
En el campo hay profundo malestar por el impuesto a la riqueza. Todos se preparan para litigar, es una locura ese tributo que el gobierno llama aporte solidario. Toman los activos, incluida la vivienda familiar, y no detraen los pasivos de los individuos, una locura más de esta clase política.