Mariela Márquez (34), madre de tres hijos y único sostén de familia, había conseguido trabajo como empleada de limpieza hacía cuatro meses en un edificio de Yerba Buena, Tucumán. Y allí fue donde la asesinaron el miércoles último, de un disparo en la cabeza, en un ataque todavía inexplicable para los investigadores.
Por el crimen fue detenido Gerónimo “Largui” Helguera (29). En principio se creyó que el agresor quería matar a un excompañero suyo del colegio secundario que supuestamente le había hecho bullying en la época escolar, pero esto quedó descartado.
La jueza Isabel de los Ángeles Méndez ordenó que Helguera fuera internado en el Hospital Psiquiátrico Obarrio de la capital tucumana, tras los estudios médicos que le practicaron, aunque el fiscal Pedro Gallo se oponía.
“Por qué ha hecho esto? ¿No es madre? Quiero justicia. Ella trabajaba para sus tres hijos. Queremos que vaya a la cárcel”, cuestionó Rosalía, madre de Mariela.
Gustavo Campos, cuñado de la víctima, dijo no saber si la mujer conocía al asesino. “Tampoco sabemos quién es él y por qué le hizo esto a otra persona que solo estaba trabajando en la limpieza del edificio”, contó a la prensa local, según informó La Gaceta. Los abogados defensores Ernesto Baclini y Camilo Atim Antoni dijeron que Helguera sufría problemas psiquiátricos. “Nuestra tarea consistirá en demostrar que no puede ser acusado por su problema de salud mental y que estamos ante una verdadera tragedia”, agregaron.
(EN)