Acumuladores compulsivos: no hay forma legal de frenarlos y los vecinos los padecen

La acumulación de múltiples objetos, en su mayoría deteriorados o rotos, en distintas casas de la capital correntina genera molestias e incomodidad en los vecinos, pero el Municipio no tiene competencia legal para evitar la situación de manera eficaz.

En el barrio Mil Viviendas se produjo la última denuncia por parte de ciudadanos que tienen acumuladores seriales por vecinos, aunque la Municipalidad aseguró que es una situación que se repite en otros sectores de la ciudad.

En un domicilio, ubicado en Formosa y Paysandú, se puede observar un patio delantero con gran cantidad de artículos que ocupan todo el espacio.

La acumulación compulsiva es un trastorno que requiere tratamiento y se lo conoce como síndrome de Diógenes. 

En el barrio Sur, en tanto, una vecina (que prefirió mantenerse anónima) convive con otra “casa del terror”, donde desde hace más de cuatro años la basura se amontona en el frente de la vivienda y se desborda por el techo, lo que genera focos infecciosos. 

La casa se ubica en Mendoza y  Perrugorría y en ella viven una mujer, su hijo, su exmarido y su actual esposo. “Denuncié muchas veces y fui a hablar con los dueños: están enfermos”, dijo la vecina. 

La mujer detalló a El Litoral que los propietarios apenas pueden pasar por entre la basura y recordó la charla con el hombre que vive en el lugar. 

Además, tienen autos inutilizados en la vereda, interrumpiendo el funcionamiento de la parada de colectivo. 

También comentó que, durante los operativos de descacharrado, los habitantes de la vivienda juntan lo que los demás vecinos tiran.

Esta enfermedad social es un factor preocupante dentro de la comunidad ya que es uno de los mayores detonantes para la propagación del mosquito transmisor del dengue: la cantidad de artículos amontonados es el lugar ideal para acumular agua. 

Por último, la vecina indicó que en el lugar hay ratas y otras plagas. 

Acciones legales

Ese cruce entre lo privado y lo colectivo que implica esa compulsión por conservar escombros, latas, neumáticos, muebles en desuso y todo tipo de materiales, llevó a los vecinos a denunciar a los acumuladores ante la Municipalidad.

Al ser consultado acerca de las posibles acciones para sanear la situación, el Defensor de los Vecinos de la ciudad, Agustín Payes, indicó que no existen instrumentos legales para obligar a una persona a limpiar y ordenar su propiedad privada. 

“Tendría que intervenir la Justicia, ordenar el saneamiento del domicilio mediante una orden”, explicó Payes.

La Comuna solo puede intimarlos y labrar actas, medida que se realizó ayer en la casa del barrio Mil Viviendas, a través de la Subsecretaría de Higiene Urbana y Uso del Espacio Público. Además, el funcionario indicó que hay más acumuladores compulsivos en la ciudad y puntualizó el caso de un hombre del barrio Popular. 

El individuo deja elementos en la calle que obstruyen la circulación y cuando los operarios municipales intentan retirarlos, el hombre actúa con agresividad.

Según estimaciones de organismos de salud mental nacionales, en la Argentina de un 2% a un 6% de la población padece esta rara condición, que genera daños sociales y sanitarios.

(ME)