Un jubilado y mecánico de la localidad de Empedrado es juzgado por el Tribunal Oral Penal Nº 2 de Corrientes por el asesinato de un empleado e inquilino a quien le efectuó tres disparos luego de una discusión y luego se fue a dormir a su habitación.
Por el caso está imputado Paulino Núñez de 68 años, quien está acusado de haber matado con un arma de fuego a Juan Carlos Cabrera de 40 años, a quien le alquilaba una pieza de su vivienda y le daba trabajo como ayudante.
Núñez ya tenía una causa por portación de arma de fuego y amenaza de muerte. En el inicio del debate, el acusado se abstuvo de declarar y se inició la ronda de testimonios. El juicio continuará el 30 de abril con los últimos dos testigos. Luego el Tribunal compuesto por los jueces Ariel Azcona, Juan José Cochia y Román Facundo Esquivel, definirán la fecha de los alegatos.
De acuerdo a la investigación, el crimen se produjo el 20 de junio del 2019 en una vivienda situada en el barrio Bella Rosa, a dos kilómetros de la Ruta Nacional Nº 12, en la localidad de Empedrado, donde residían el acusado y la víctima que trabajaban juntos en un taller mecánico.
Núñez tenía una relación amorosa con una mujer que al menos dos veces a la semana venía a la vivienda a realizar tareas domésticas. Desde hace tiempo, el acusado se mostraba celoso de Cabrera, porque sospechaba que se veía a escondidas con la mujer.
En la noche del 20 de junio luego de cenar juntos, Núñez y Cabrera tuvieron una fuerte discusión. Habían bebido demasiado ambos. En un momento el mecánico tomó un arma de fuego y le efectuó tres disparos. Tras cometer el homicidio se fue a dormir a su habitación.
Al otro día cuando la empleada asistió a la vivienda para realizar las tareas de limpieza, ingresó y vio a Cabrera tirado en el comedor en medio de un charco de sangre. Se fue hasta el dormitorio y allí vio que Núñez estaba durmiendo y en su mesita de luz había un revólver calibre 38.
Sigilosamente, la mujer salió del lugar y se comunicó con la Policía. A los pocos minutos llegó a la escena un patrullero. Los efectivos ingresaron y confirmaron que Cabrera estaba muerto. Sorprendieron al propietario de la casa y lo detuvieron.
En la requisa a la propiedad, se secuestró una escopeta calibre 16, un rifle 357 magnum y un revólver calibre 38.
El cuerpo de la víctima fue trasladado al Instituto Médico Forense y la autopsia determinó que murió por los impactos de tres proyectiles de calibre 38. Según se presume, el cadáver estuvo tirado por más de 10 horas. En tanto la pericia balística confirmó que el arma hallada en la mesita de luz fue la empleada en el homicidio.
(NG)
