Un hombre postrado desde hace casi tres meses mantiene una huelga de hambre hace doce días para visibilizar su situación y que el sector político lo ayude a conseguir una silla de ruedas con comando eléctrico.
José Raúl Sarantonelli no puede levantarse de su cama desde hace 85 días, ya que su único medio de movilidad, una silla de ruedas con comando eléctrico, se averió.
En un llamado de atención extremo y desesperado, Sarantonelli decidió encarar una huelga de hambre para hacer oír su pedido a la clase dirigente, para que lo ayude a recuperar parte de su calidad de vida. Ya lleva doce días sin probar bocado.
El reclamo en redes sociales llegó a través de un vecino del hombre, llamado Iván Vispo, quien relató que Raúl vive en el barrio San Roque Oeste y que “está en un estado depresivo” y “se niega a comer hasta recibir alguna respuesta favorable a su situación”.
El caso había tomado cierta notoriedad entre los usuarios de redes sociales a fines de mayo, pero el caso “sigue en la nada”, según indicó Vispo.