Pocas nevadas y temperaturas “insólitas” para la época. El combo que provocó una temporada olvidable para los centros de esquí de la Argentina. Como si fuera una burla del destino, 2020 fue un año donde la nieve cayó tal vez como nunca antes pero las restricciones impuestas por el covid-19 hicieron que ningún centro pudiera abrir. Esta temporada iba a ser diferente.
La pandemia no era obstáculo, pero hubo uno inesperado: el clima.
Quizás el cartel de la entrada del Parque de Nieve Los Puquios de Mendoza, lo resuma todo: “Temporada 2021 cerrada. Los esperamos en 2022”. Una síntesis de lo que ocurrió en centros importantes como Las Leñas (Mendoza), Chapelco (Neuquén), Cerro Catedral (Río Negro) y La Hoya (Chubut). Algunos hasta tuvieron que reinventarse. Caminatas, bicicletas, excursiones, trekking, paseos. Pero de esquiar, nada. Solo se salvó el Cerro Castor, en Ushuaia (Tierra del Fuego). Allí sí hubo nieve. Y la gente pudo esquiar.
“A todos los centros de esquí esta situación nos castigó durísimo. Si bien el Cerro Catedral tiene cañones que fabrican nieve, no alcanzó. Quizá para aficionados. Pero para el esquiador nato es muy poco”, le dijo a Clarín Gastón Burlón, secretario de Turismo de Bariloche.
En La Hoya, hace una semana, la empresa que gerencia el centro de esquí emitió un comunicado anunciando que lo cerraba. “No somos un paseo de montaña, somos un centro de esquí”, resumieron.
Ezequiel Marcuzzi, licenciado en Ciencias de la Atmósfera y Meteorología, afirmó: “El déficit de cobertura de nieve en la Patagonia fue la más baja en los últimos 20 años. Lo que se ve también en las imágenes satelitales. Además hemos tenido récord de temperatura, como en Esquel que llegó a 19,9°, en julio”.
(JML)