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El auto de Starsky y Hutch

El Ford Gran Torino rojo de franjas blancas fue innegablemente el tercer protagonista de la icónica serie de los 70. Un mundo de persecuciones en el que hacer justicia maridaba a la perfección con los mejores autos de la industria norteamericana. 

Por José Luis Zampa

Los autos pueden ser protagonistas centrales en el mundo del cine y la televisión. Lo han demostrado con creces a lo largo del siglo pasado y mantienen el mismo nivel de centralidad en la actualidad, con ejemplos como la reposición de la famosa serie de los 70 “Starsky y Hutch”, en la que dos policías combaten al crimen a bordo de un musculoso Ford Gran Torino de color rojo con franjas blancas.

La producción de la cadena ABC de Estados Unidos se grabó desde 1975 hasta 1979 y tuvo como tercer miembro del equipo al Gran Torino, que en la ficción era propiedad del agente David Starsky (encarnado por el actor Paul Michael Glaser). El auto aparece en la mayoría de las escenas de acción, equipado con las llantas que estaban de moda en aquellos años, conocidas como “Ansen Sprint”, las cuales en el eje trasero eran de 15 pulgadas de ancho.

En la trama, Starsky y su compañero, Ken Hutchinson (apodado “Hutch”) luchan contra todo tipo de criminales en la ciudad californiana de Bay City, siempre apoyados por su jefe, el capitán Dobey, y por el informante no tan secreto Huggy Bear, un moreno interpretado por Antonio Fargas, en cuyo bar se reunían al finalizar la jornada.

En todos los casos, las persecuciones eran el instante perfecto para mostrar la potencia mecánica del Ford rojo tomate, un coupé basado en el sedán Ford Torino, que en la Argentina fue famoso pero recibió otro nombre en razón de que la denominación “Torino” estaba ocupada por el deportivo lanzado en el país por IKA desde 1966. Es por eso que la versión cuatro puertas del auto de Starsky y Hutch (que se fabricó en la planta bonaerense de Pacheco hasta 1980) llegó al mercado local como Ford Fairlane.

Al inicio de una misión de riesgo, Hutch (interpretado por David Soul) avisaba por radio que la unidad “Zebra Tres” iba en camino mientras colocaba con su mano derecha la baliza policial magnética, adherida al techo solamente en los momentos críticos. A partir de allí ocurría una extraña metamorfosis: cuando los dos policías eran tomados en primer plano por una cámara montada sobre el capot, el Ford Gran Torino aparecía sin el espejo retrovisor interior, pero cuando la escena mostraba el auto desde un plano general, se podía observar claramente que el Ford, mágicamente, recuperaba su espejo.

Estaba claro que el productor de la serie, William Blinn (el mismo que luego concebiría “Los Dukes de Hazzard”) prefería que los televidentes notaran ese error de conexión entre las escenas, aun sabiendo que había más de un auto disponible para el rodaje, antes de que el retrovisor entorpeciera la perspectiva estética de cada cuadro en los instantes en que ambos compañeros de aventuras eran filmados en acción.

El Ford Gran Torino de franjas blancas sobre el llamativo rojo tomate se convirtió así en un integrante indispensable del programa, pero también en el eje de una exitosa campaña publicitaria de Ford Motor Company, que incrementó las ventas del modelo a medida que la serie ganaba adeptos tanto en Estados Unidos como en otros países donde se emitieron las aventuras de Starsky y Hutch.

Unos 25 años después, un largometraje con el mismo nombre reflotó los personajes, incluido el Gran Torino. La película se presentó en 2004, protagonizada por los comediantes Owen Wilson y Ben Stiller, quienes rinden homenaje con sus rictus y modismos a los actores originales de la serie. Al finalizar el film, los auténticos Paul Michael Glaser y David Soul protagonizan un cameo en el que entregan un nuevo “Zebra Tres” a la pareja sucesora.

El Ford Gran Torino volvió a ser parte de una trama cinematográfica en la película “Gran Torino”, estrenada en 2008, en la que Clint Eastwood hace justicia al doblegar a una pandilla que hostiga a un joven de ascendencia coreana. El auto de la película es una versión anterior al modelo utilizado en Starsky y Hutch, que sigue siendo para el que esto escribe el mejor logrado de los distintos rediseños que produjo la fábrica en la década del 70.

Para quienes quieran refrescar recuerdos y se adapten a la trama setentista de la serie, el canal Turner Classic Movies (TCM) emite regularmente los capítulos de las cinco temporadas de Starsky y Hutch, que también pueden ser encontrados en YouTube tanto en el formato original como doblados al español con las voces latinas que se hicieron entrañables en el mundo hispanohablante.

Un auténtico muscle car

El Ford Torino y su versión más musculosa, el Gran Torino, se fabricaron entre 1968 y 1976 con motores que ofrecían potencias de entre 302 y 427 caballos. El modelo que aparece en Starsky y Hutch corresponde a la generación de 1975, equipado con un motor de 6,6 litros y 400 CV.

Antes de finalizar definitivamente con la producción del modelo, y en atención a que el auto de la serie había ganado numerosos admiradores, Ford Motor Company lanzó en 1976 una edición limitada de 1.000 unidades bajo el nombre de “Gran Torino Starsky & Hutch”, auténticas piezas de colección, sumamente cotizadas en la actualidad.

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