El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció ayer un conjunto de medidas para alentar a los franceses a vacunarse contra el coronavirus ante el avance de la variante Delta, e incluyó la generalización del certificado sanitario para ingresar a restaurantes o cines y la inmunización obligatoria para el personal de salud.
Estos anuncios suponen un cambio de rumbo para el Gobierno francés tras varios meses de levantamiento progresivo de las restricciones y subrayan la preocupación por un eventual aumento de contagios.
“Para los médicos, así como el personal no médico que trabaja en hospitales, clínicas y residencias geriátricas se impondrá la vacunación obligatoria sin demora”, estableció.
Deberán vacunarse también los voluntarios y todos aquellos que cuiden a los enfermos a domicilio. Si estos grupos de personas no se inmunizan antes del 15 de septiembre, podrán recibir sanciones.
“Considerando la evolución de la situación sanitaria, sin duda, debemos plantearnos la vacunación obligatoria a todos los franceses pero prefiero confiar, llamó oficialmente a todos nuestros ciudadanos no vacunados a hacerlo cuanto antes”, instó el presidente.
(EN)
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