El Gobierno de El Salvador trasladó ayer a la madrugada a 2000 supuestos pandilleros a una nueva prisión que tiene capacidad para 40.000 personas, según informó el presidente Nayib Bukele.
“Hoy en la madrugada, en un solo operativo, trasladamos a los primeros 2000 pandilleros al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot)”, publicó ayer el mandatario en sus redes sociales.
Agregó: “Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas, mezclados, sin poder hacerle más daño a la población”.
A pesar de que el Gobierno no avisó sobre los traslados, decenas de familiares se movilizaron a la prisión La Esperanza, conocida como Mariona, en San Salvador. Según constató EFE, en este lugar se concentraron unas 150 personas y la salida de varios autobuses del recinto.
Bukele inauguró el Cecot a finales de enero y el ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez, dijo al mandatario que esta “se constituiría en la cárcel más grande de toda América” y que “sería imposible que salga un reo” del recinto.
La construcción de esta prisión se dio entre críticas de la oposición que ha señalado falta de transparencia, principalmente por la aprobación en la Asamblea Legislativa, dominada por el oficialismo, de una ley que permitía saltarse los controles acostumbrados en las obras estatales.
A inicios de febrero, Amnistía Internacional (AI) expresó su preocupación por esta nueva cárcel debido a “la continuidad y el escalamiento de estos abusos”.