Por Juan Carlos Raffo
Especial para El Litoral
El año 1826 trajo graves trastornos para el desenvolvimiento tranquilo de la provincia, provocando alarma y angustia en la población. Se iniciaba la guerra con el Brasil, se producían sublevaciones de indios misioneros, el dictador paraguayo, Gaspar Francia, amenazaba con invadir el norte provincial y en Buenos Aires se sancionaba la Constitución propuesta por Rivadavia y el Congreso Constituyente lo elige primer presidente de la Nación el 7 de febrero.
Los caudillos se enfurecen, desconocen la Constitución y también la primera magistratura, encendiendo la nueva guerra civil.
Agotadas todas las intimaciones y reclamaciones ante el Brasil, por su ocupación de la Banda Oriental, se llegó a la guerra. El gobernador Pedro Ferré se apresuró a organizar una división de tropas de las tres armas que se acantonarían en Bella Vista, localidad recientemente fundada por Ferré. Allí recibirían instrucción militar hasta que Buenos Aires les enviara el armamento. A su frente fue puesto el guerrero de la independencia junto a San Martín, Tte. Cnel. José Nicolás Arriola, nacido en la ciudad de Corrientes. Envió a Buenos Aires dos contingentes, uno de tierra de 233 hombres al mando del Tte. Wenceslao Paunero y el naval para la escuadra, de 125 marineros con el Tte. Cnel. Ángel Rolón, correntino, guerrero de la independencia.
Los límites geográficos de la provincia la exponían seriamente a los ataques del enemigo. Eso llevó al gobernador a proteger la costa del Uruguay con las tropas del coronel Arriola, que lo tenía de 2° jefe al comandante de dragones, don José López (a. Chico), indio nacido en Sto. Tomé. Para dirigir las acciones, Pedro Ferré se instaló en Curuzú Cuatiá a mediados de octubre. Los brasileros entran prontamente en acción, cruzan el río Uruguay y ocupan Misiones. Atacan el 4 de noviembre al auto titulado gobernador de Misiones, el indio Félix Aguirre, al que derrota el famoso guerrillero riograndense Bentos Manuel al frente de 600 seguidores.
Desde Curuzú Cuatiá el gobernador Ferré avanza hasta la Capilla del Rosario, en el paso del Miriñay (actual ruta 123 que une Mercedes con Paso de los Libres). Allí llegan el 5 de noviembre sin lograr contacto con el invasor, que retrocede.
El gobernador delegado avisa que hay doce escuadrones de milicia de los pueblos listos para engrosar las fuerzas. Las preocupaciones ciudadanas desde 1825 eran los brasileros que cruzaban la nueva frontera del río Uruguay, ya que los pueblos misioneros de la otra banda ya habían sido dominados y asimilados al estado de Río Grande del Sur. Esto fue el principal motivo de la declaración de guerra por el presidente Rivadavia.
Cuando en Marzo de 1826 Ferré tuvo la certeza de que los paraguayos no se aliaban a los brasileros, pudo salir a cubrir la línea del Uruguay. La reunión de las milicias, el acantonamiento en Curuzú Cuatiá, el avance hasta Paso Rosario, obliga a Bentos Manuel a repasar el río. En las “Memorias” de un participante de estas luchas, el Tte. Cnel. José Francisco Corrales, encontramos datos interesantes. El entonces alférez de caballería fue destinado, el 16 de octubre de 1826 al acantonamiento de Curuzú Cuatiá a las inmediatas órdenes del comandante don Manuel Antonio Ledesma. Allí se encontraba una tropa permanente compuesta de 67 Dragones de Línea y de un escuadrón de Caballería. Estos estaban con el Cnel. Arriola y el Tte. Cnel. López Chico, lo que daba una base sólida que permitiera acudir prestamente y con buena organización contra cualquier vecino hostil o indiada depredadora.
Corrientes integraba el grupo de provincias que formaban unidades regionales con un respetable apoyo militar y de la opinión ciudadana.
Batalla de Juncal: Guillermo Brown derrota el 9 de febrero de 1827 a la escuadra portuguesa en las inmediaciones de la isla Juncal, en la desembocadura de los ríos Uruguay y Paraná Guazú. Los buques enemigos huyeron por los canales del Delta. La victoria argentina fue completa.
Batalla de Ituzaingó o Batalla del Paso de Rosario (en portugués Batalha do Paso do Rosário) fue un enfrentamiento ocurrido el 20 de febrero de 1827, que se desarrolló en lo que actualmente es el centro oeste del Estado de Río Grande del sur. Enorme triunfo argentino. Nuestras tropas, comandadas por el general Carlos María de Alvear, llevan por delante derrotándolas completamente a las brasileñas, coronando de esta forma, en tierra, la serie de victorias navales de nuestras armas.
El Ejército Argentino, compuesto en su mayoría por reclutas enviados desde las provincias, pobre de municiones, materiales e infantería, buscó atacar al enemigo antes de que éste pudiera unificar sus fuerzas, que lo doblarían en número.
Dividido en tres cuerpos a las órdenes de Lavalleja, Mansilla y Soler, avanzó hacia el norte en busca del marqués de Barbacena, quien se desplazaba para reunirse con el mariscal Braün.
Alvear, que había ocupado San Gabriel, simuló una retirada anunciada por falta de armamentos y enfermedad de las caballadas, yéndose lentamente hacia Misiones. El marqués de Barbacena salió tras él, suponiéndolo a unas 20 leguas, y tras varios días de marcha el brasileño creyó acorralar a nuestro ejército entre el Santa María y el Bacacay, y sabiendo que el único punto de escape era en la zona de Ituzaingó (Brasil), por el Paso del Rosario, que cruzaba el río Santa María, ideó ocuparlo para bloquear toda salida posible.
Durante la noche del 19 de febrero Alvear ordenó contramarcha, buscando a los imperiales que lo suponían casi de a pie y en franca retirada. Al amanecer del día 20 de febrero de 1827 cayó sobre Barbacena en tremendas cargas de caballería, al mando de los coroneles José María Paz y Carlos Luis Federico de Brandsen. Este último cayó muerto en el combate, mientras tanto Olavarría y Lavalle arremetían por los flancos logrando desbaratar las caballerías brasileñas, persiguiéndolas con el apoyo de Lavalleja.
Pasado el mediodía la batalla era nuestra. Los brasileños tuvieron 1.000 muertos, entre ellos el general Abreu, perdieron artillería, municiones, banderas y prisioneros.
La marcha de Ituzaingó: la canción que forma parte de los tres atributos de los presidentes argentinos, además del bastón y la banda, pertenece en letra y música al emperador del Brasil Pedro II, que en esta batalla dejó en el campo partitura y letra. El Ejército Argentino lo recuperó y el Congreso de la Nación luego incorporó por ley a los atributos presidenciales.
Propuesta brasileña de independizar Uruguay. Lo hizo el Gobierno del Brasil el 18 de marzo de 1827 por intermedio del Gobierno inglés, proponiéndole a la Argentina la independencia de la Banda Oriental.
Renuncia Ferré en Corrientes: El gobernador correntino presenta el 29 de noviembre de 1827, esta vez sí en forma categórica, su renuncia al cargo, el que se lo habían prorrogado por un año, dado el momento de guerra que vivía el país. Ferré siempre se negó a las reelecciones y fue la lección de republicanismo que legó a Corrientes y a todo el país.
Sin duda, nuestro Carpintero de Rivera, es el autor de la Organización Nacional de la Argentina y artífice de la sanción de nuestra Constitución Nacional de 1853.