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“Las pantallas que usan los niños y adolescentes son consideradas un consumo problemático"

Gómez es director de “El Camino”, un dispositivo para el tratamiento del consumo problemático. Asegura que “las pantallas generan la misma sensación que una tragamonedas” en términos de adicciones y que “lo mejor para un niño es que se aburra, porque va a empezar a crear”. 
 

Por El Litoral

Sabado, 21 de junio de 2025 a las 23:27

Por Eduardo Ledesma

Versión gráfica: Belén Da Costa

En el episodio 14 de Eduardo Ledesma Pregunta el psiquiatra Gustavo Gómez reflexiona sobre las nuevas formas de adicción que afectan especialmente a niños y adolescentes: el uso compulsivo del celular, las redes sociales, los juegos online y las apuestas digitales. 

Con una mirada clínica y social, nos ayuda a distinguir entre hábito y dependencia, y a pensar el rol de las familias, la escuela y el Estado en la prevención y el tratamiento. Un diálogo necesario sobre salud mental en tiempos de hiperconectividad.

Gustavo, lo que vemos en general es que hay una preocupación generalizada sobre nuevas adicciones que podrían estar vinculadas a las tecnologías y a las redes sociales. Los profesionales vinculan este asunto a problemas de salud mental ¿vos ves esta preocupación en el consultorio? 

Yo en realidad en el consultorio veo las consecuencias de todo esto. Estoy muy preocupado porque nosotros no tenemos que llegar a esas circunstancias. Yo trabajo en la Provincia, en el Ministerio, y estamos trabajando en ese sentido. Y el mensaje es este: tenemos que evitar que esto ocurra. 

¿Y qué advertís vos en este fenómeno? Porque hay una creencia de que se trata de una cuestión más relacionada con los jóvenes o chicos. ¿es así? ¿cómo llevan también los adultos este tema?

Este es un tema que hoy me parece muy importante y grave. Yo me dedico a los consumos y lo que veía antes es que hace unos años teníamos problemas con jóvenes de 18, 19, 17 años. Y hoy tenemos chicos con 9 años que tienen consumos problemáticos en relación a las apuestas, por ejemplo. Pero también tenemos chicos de 2 años que usan pantallas y ahí empieza. Hoy por hoy, el problema arranca con una serie de factores que afectan la salud mental casi desde la panza. 

De hecho por ahí nos cuesta ver que estar con un celular es una adicción. ¿Eso ustedes ya lo tratan directamente como un consumo problemático más?

Exacto. Todo consumo -hablando de sustancia- que se genere antes de los 18 años es considerado problemático. ¿Qué te quiero decir con esto? Que hay muchas personas, chicos, jóvenes, 14, 15, 16, 17 años, que toman y que nadie los considera consumo problemático. La cultura, todo lo contrario, lo normaliza. Ahora, en el caso de las pantallas, estamos considerándolo como un consumo problemático porque afecta al desarrollo psicomotriz del lenguaje y de la comunicación de un niño. 

Otra de las preocupaciones del mundo adulto, tal vez por el desconocimiento, es esto que acabas de mencionar de las apuestas online. ¿Estás viendo en tu consultorio este tema en particular?

Lamentablemente sí. Viste que se empezó a hablar de la ludopatía infantil. Yo creo que clínicamente eso no es una ludopatía clásica que todos conocemos. ¿Por qué? Porque eso tenía que ver con moverse al lugar físico. 

Claro, poner el cuerpo. 

Sí. Entonces, yo creo que esto no es una ludopatía clásica. Pero en el tratamiento de la ludopatía clásica ya aparecía esto de que nunca se trataba hasta que aparecía el problema de la deuda. 

Cuando intervenía ya había un conflicto económico. 

Exactamente. Si no hubiera habido deuda no estaríamos recibiendo gente en el consultorio. 

¿Cuáles son los factores de riesgo que predisponen a los chicos, a los jóvenes, a los adultos, a desarrollar adicciones? ¿Qué decimos cuando decimos adicción? 

La adicción ya es un extremo. Por eso se puso el término de consumo problemático. Que es un problema inicial que puede derivar en una adicción que es la instancia en la que hay una dependencia total de eso y cuando querés dejar de hacerlo, tenés síntomas de abstinencia. Es decir, es más que nada, la pérdida de la libertad en relación a decidir tus actos. Eso es una adicción. 
Las abstinencias derivan en cosas. Cuando dejas de consumir algo estás en abstinencia y aparecen los síntomas desde el punto de vista cognitivo, físico, conductual, porque tu cuerpo necesita esa circunstancia. Y ahí ojo con eso, porque los usos de las pantallas causan abstinencia. Con las sustancias se estimula cierta parte del cerebro porque libera dopamina hasta un cierto momento; el cerebro se cansa y eso produce un efecto contrario. El problema es que esto de las pantallas, causan el mismísimo mecanismo. Es decir, la recompensa variable intermitente, o la incertidumbre, va apareciendo constantemente y entonces se va generando dopamina. Entonces vos estás esperando un próximo click para ver qué recibís de ese próximo clic. Es el mismo mecanismo de las tragamonedas. Por eso es que te decía al principio que estamos metidos en un problema muy grande. No es tanto como la sustancia, es mucho peor. 

¿Y cuáles son las señales de advertencia a las que nosotros -en cuanto padres,  hermanos mayores o adultos- debemos estar atentos porque podrían estar indicándonos un problema de adicción en niños y adolescentes?

Primero que nada hay que empezar por el principio que es el uso de la pantalla. Tenemos que restringir totalmente el uso de la pantalla. Hoy el promedio está en 8 horas y 41 minutos en los argentinos. Eso es en adultos. Imagínate de ahí en más cómo pueden estar los adolescentes. Y esto que me preguntás es muy difícil hoy por hoy porque está naturalizado. Entonces, tenemos que tratar de interponernos, en el buen sentido. Lo que se propone es que empecemos a hablar al respecto. Es decir, tenemos que tener una pregunta: ¿qué espacios ves en Internet? ¿Cómo sabés que lo que te dicen ahí es verdad? ¿Qué te parece lo que te dice el influencer? 

La conversación. 

Tenemos que conversar. Por favor, tenemos que conversar. Porque ahí está el gran tema. Nosotros como inmigrantes digitales tenemos que entender. Pero respondiendo a tu planteo, estar atentos a los cambios de conducta, cuando esta persona se aísla más de lo que se aísla, cuando trae malas notas, cuando tiene irritabilidad, eso puede estar dando cuenta de que hay una adicción, y obviamente tenemos que controlar cuánto tiempo está con las pantallas. 

¿Y cuál es tu recomendación como profesional de la salud y de la salud mental para avanzar en estos asuntos desde los dos ámbitos tal vez cruciales que tiene la sociedad: la familia y la escuela?

Yo creo que tenemos que ubicarnos, porque acá no estamos patologizando. Esto es un problema sociocultural, epocal. Entonces, basta de psiquiatra, de psicólogo, de médico, empecemos con papá, mamá, docente, profesor, guía espiritual. Necesitamos recomponer ese tejido social porque eso es lo que está roto. Necesitamos recomponer el límite. Entonces, a lo que nos están escuchando, deben empezar a pensar en su rol de padre. 

¿Y cuál es el rol de padre? 

El rol del cuidado, la protección y límite. La gran receta para un niño es que se aburra. Todo lo contrario de lo que está pasando. Entonces, lo mejor que le puede pasar a una criatura, a un niño, es que se aburra. Cuando se aburra, va a empezar a crear.
 

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