El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parece haber decidido que revelar planes militares secretos en un grupo creado en una aplicación de mensajería, y en el que se incluyó por error a un periodista, no es una infracción demasiado grave. En declaraciones a la cadena NBC, el republicano se ha expresado con benevolencia hacia el creador del chat, su consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz, del que dice que “ha aprendido la lección”. Sus palabras parecen indicar que, al menos por el momento, no rodarán cabezas por la filtración de seguridad más grave, y más absurda, en décadas en Estados Unidos.
“Michael Waltz ha aprendido una lección, y es un buen hombre”, declaró el presidente estadounidense en la entrevista. Junto a él, la Casa Blanca cerró filas en torno al consejero de Seguridad Nacional y el resto de participantes en el grupo de la aplicación Signal: los máximos responsables de la política exterior y de defensa de Estados Unidos, incluidos el vicepresidente J. D. Vance, el secretario de Estado, Marco Rubio, y la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, entre otros.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, escribió en la red social X que en la conversación en Signal en la que se incluyó al director editorial de la revista progresista The Atlantic,Jeffrey Goldberg, “no se discutieron planes de guerra” y “no se envió material clasificado”. Y arremetió contra el periodista, blanco habitual de las críticas de la Administración estadounidense, al que acusó de “ser conocido por su sensacionalismo”.
Goldberg publicó este lunes un artículo en su revista en el que explicaba cómo había acabado teniendo acceso a esa conversación delicadísima: Waltz le había enviado una invitación para incluirlo como contacto en Signal primero, y después le incluyó en el grupo, creado para tratar sobre el bombardeo contra la guerrilla rebelde hutí en Yemen, que acabó teniendo lugar el 15 de marzo. Él primero pensó que se trataba de una broma o una estafa, pero a medida que fue recibiendo mensajes, incluido un texto de Hegseth que incluía detalles muy precisos sobre los objetivos y tipos de armamento que se iban a emplear, se convenció de que el hilo era auténtico. El ataque en Yemen terminó de darle las pruebas que necesitaba antes de decidir salirse del grupo.
Críticas a los socios europeos
En esa conversación, participantes como Vance o Hegseth criticaron duramente a los socios europeos, a los que acusaron de aprovecharse gratis del poderío militar estadounidense. Unos y otros intercambiaron opiniones acerca de la necesidad o no de bombardear a los hutíes, que atacan los barcos mercantes que atraviesan el mar Rojo e impiden la libertad de navegación.
Vance consideró que los socios europeos se beneficiarían mucho más del ataque contra los hutíes que los propios estadounidenses, pues una proporción mucho mayor de su comercio utiliza la ruta del mar Rojo (un 40% frente al 3% estadounidense, según las cifras que manejaba el vicepresidente en la conversación). La existencia del grupo ha generado también numerosas críticas acerca del peligro de utilizar aplicaciones de mensajería comerciales, susceptibles de ser interceptadas por servicios de inteligencia de países adversarios.
“La oficina del asesor jurídico de la Casa Blanca ha proporcionado orientación sobre diversas plataformas para que los altos funcionarios del presidente Trump se comuniquen de la forma más segura y eficiente posible”, puntualizó la portavoz Leavitt en su mensaje en X.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, uno de los 18 participantes en la conversación, negó el lunes por la noche el relato de Goldberg, y sostuvo que no se filtró ningún tipo de información secreta. Pero el Consejo de Seguridad Nacional ya había reconocido para entonces que el número de teléfono del periodista estuvo, efectivamente, incluido en el grupo.
“Como declaró el Consejo de Seguridad Nacional, la Casa Blanca investiga cómo se añadió inadvertidamente el número de Goldberg al hilo”, precisó la portavoz de la oficina presidencial. Leavitt también trata de defender el contenido de la conversación. “Gracias al liderazgo firme y decidido del presidente Trump y de todos los miembros del grupo, los ataques contra los hutíes tuvieron éxito y fueron efectivos”.
(Con información de El País - España)