Tras el triunfo de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas nacionales, el riesgo país experimentó un desplome de 373 puntos básicos y cerró en 708 unidades gracias al salto de los bonos de hasta 24%. Diversos bancos internacionales y consultoras locales interpretaron que, de mantenerse la tendencia bajista, el gobierno de Javier Milei podría regresar al mercado voluntario de deuda en los próximos meses.
Con un ojo puesto en los vencimientos de deuda en moneda extranjera de 2026, el equipo económico enfrenta el desafío de recuperar el acceso al endeudamiento externo, un objetivo atado a la reducción del riesgo país y, en buena medida, al respaldo internacional de Estados Unidos y organismos internacionales.
Deuda en el horizonte
Más allá de que la acumulación de reservas es un factor clave para reducir el nivel del índice elaborado por JP Morgan, la posibilidad de refinanciar compromisos por más de USD 4.000 millones en enero y otros USD 4.400 millones en julio del año que viene le darían mayor margen de maniobra financiera a la administración libertaria.
Un informe de la consultora 1816 destaca que el futuro de la política cambiaria quedará supeditado a “cuán importante sea la reacción de los bonos, porque no es lo mismo el tipo de cambio que se requiere si el país consigue refinanciar sus vencimientos en moneda extranjera que si es necesario comprar los dólares en el Mercado Libre de Cambios (MLC), lo que implicaría un mayor superávit de cuenta corriente cambiaria y, por ende, un tipo de cambio más depreciado”.
De acuerdo a los cálculos de la firma de análisis económico, las obligaciones nominadas en dólares suman USD 33.900 millones hasta finales del mandato de Milei. La cifra incluye los pagos al Fondo Monetario Internacional (FMI), el Club de París, otros organismos internacionales y bonistas privados.
Por su parte, los analistas de Invertir Online (IOL) ponderaron que el tándem compuesto por el Tesoro y el Banco Central de la República Argentina (BCRA) afronta vencimientos de deuda por USD 15.000 millones entre 2025 y 2026, mientras que las reservas internacionales netas se sostienen en terreno positivo.
A esta dinámica se suma el apoyo de Estados Unidos con el swap por USD 20.000 millones, que despeja la incertidumbre respecto a cómo se pagarán los Bonares y Globales de enero. Tanto el Presidente como Luis Caputo aclararon que, en caso de no obtener el refinanciamiento, utilizarían el acuerdo de intercambio de monedas con el Tesoro estadounidense para cumplir con los pagos.
¿Retorno a los mercados en el corto plazo?
“A los niveles de riesgo país actuales, no es descabellado pensar que una dinámica positiva en la deuda soberana argentina en los meses próximos podría permitir una nueva emisión del Tesoro argentino en moneda extranjera, generando así el rolleo orgánico de los vencimientos”, plantearon desde IOL.
El riesgo país es un indicador que mide la probabilidad de que un país incumpla sus obligaciones de pago con acreedores internacionales. Refleja el nivel de incertidumbre que enfrentan los inversores al colocar capital en ese país y surge a partir de la diferencia de las cotizaciones de los bonos del Tesoro de EE.UU., considerados libres de riesgo, y, en este caso, de los títulos soberanos argentinos.
Según distintas fuentes consultadas por Infobae, el índice debería caer y mantenerse por debajo de los 500 puntos básicos para que Argentina pueda volver a tomar deuda en el exterior a una tasa razonable, un grifo que se cerró en 2018 durante el gobierno de Mauricio Macri.
En tal sentido, un análisis de Portfolio Personal Inversiones (PPI) remarcó que la variable confeccionada por JP Morgan “se acerca rápidamente al umbral simbólico de los single digits (un solo dígito)”. Tomando como referencia que los instrumentos de Estados Unidos cotizan en torno a 4% anual, el Estado argentino podría endeudarse a una tasa aproximada de 11%, un guarismo que todavía luce alto.
“Estimamos que aún se mantiene unos 180 puntos básicos por encima de la señal de luz verde para volver a financiarse en los mercados internacionales, en torno a los 450 pbs. Asimismo, creemos que el spread de legislación debería volver a los niveles pre incertidumbre electoral, lo cual reflejará un upside superior en los instrumentos de ley local”, sostuvo PPI.
Luego del amplio triunfo electoral del elenco gobernante, JP Morgan estimó que “el rendimiento EMBIGD de Argentina podría bajar 440 puntos básicos para llegar al 10,2% mínimo alcanzado el 9 de enero de 2025, y aún estaría 170 y 206 puntos básicos por encima de Egipto y Pakistán, respectivamente”, lo que subraya la necesidad de una mayor convergencia con los mercados emergentes.
El banco norteamericano consideró que el apoyo del gobierno de Donald Trump a la gestión libertaria debería potenciar la recuperación: “No solo los activos argentinos se ven respaldados por el resultado político, sino que el respaldo prometido de EE.UU. implica medidas concretas adicionales para impulsar la demanda de bonos en dólares, incluyendo potenciales recompras”.
De cara a los próximos meses, los analistas consultados coinciden en que la dinámica de la deuda soberana podría mejorar si se mantiene la tendencia positiva y se avanza en la compresión del riesgo país. IOL proyecta una posible baja adicional de entre 200 y 300 puntos básicos, lo que acercaría a Argentina a los niveles requeridos para recuperar la confianza de los mercados.
Sin embargo, el acceso efectivo al financiamiento externo dependerá de la capacidad del gobierno de Javier Milei para sostener la estabilidad macroeconómica, gestionar los vencimientos de deuda en dólares y consolidar el respaldo internacional.
Fuente: Infobae.