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Insfrán: el estratega que redefine las reglas tras el fallo de la Corte Suprema

Por Elio Albarenga.

Por El Litoral

Jueves, 19 de diciembre de 2024 a las 18:32

La Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró la inconstitucionalidad de la reelección indefinida en Formosa, argumentando que el artículo 132 de la Constitución provincial viola los principios republicanos y los límites establecidos por los artículos 5° y 123 de la Constitución Nacional. Este fallo, que parecía un golpe definitivo al modelo de poder del gobernador Gildo Insfrán, se convierte, paradójicamente, en el marco de una nueva estrategia política de largo alcance.

Insfrán no es un político convencional. Ante la adversidad, despliega su capacidad para reconfigurar el tablero político provincial. Al proponer una reforma constitucional que limite la reelección a un solo mandato adicional, pero que comience a aplicarse desde 2027, no solo acata formalmente el fallo de la Corte, sino que se proyecta hacia el futuro con dos posibles períodos más en el horizonte. Es una jugada que combina concesión y cálculo, donde cada movimiento está cuidadosamente orquestado para consolidar su liderazgo y garantizar la continuidad de su modelo político.

El fallo: limitaciones y oportunidades

La Corte fue clara al establecer que su intervención no busca imponer límites específicos al poder constituyente provincial, pero sí garantizar el respeto a los principios republicanos. Al invalidar el artículo 132, abrió la puerta a que Formosa redefina su sistema de reelecciones bajo el marco constitucional nacional. Esta decisión, aunque pone fin a las reelecciones ilimitadas, no impide que Insfrán encuentre caminos dentro del nuevo marco.

Insfrán, conocedor de los tiempos de la política, entiende que el fallo deja abierta una ventana de oportunidad: liderar el proceso de reforma constitucional. Al convocar a este debate, no solo neutraliza la narrativa de derrota que sus adversarios pretendían instalar, sino que se posiciona como el artífice de una renovación política controlada, una que lo mantiene como protagonista indiscutido.

La construcción de un nuevo relato político

La propuesta de Insfrán no es improvisada. La posibilidad de una única reelección, a aplicarse desde 2027, le permite enarbolar una bandera de renovación y acatamiento institucional, mientras sigue marcando el rumbo de Formosa. Este movimiento refuerza su imagen de estratega y su capacidad para transformar una crisis en una oportunidad política.

Con esta maniobra, Insfrán no solo busca asegurar la continuidad de su modelo, sino también desarmar el discurso opositor que lo señala como símbolo del inmovilismo político. En un contexto nacional marcado por la incertidumbre económica y la fragmentación política, su capacidad para navegar las aguas turbulentas refuerza su lugar como un líder que sabe adaptarse sin perder poder.

El mensaje de la Corte: límites al poder y respeto al federalismo

El fallo de la Corte Suprema, si bien marca un precedente importante en la defensa del republicanismo, también deja claro que el federalismo sigue siendo un pilar esencial del sistema político argentino. El máximo tribunal no ofrece una solución específica, sino que deja en manos de las provincias la tarea de redefinir sus reglas dentro del marco nacional.

Este mensaje es contundente: el respeto a las instituciones y la renovación política son fundamentales para fortalecer el sistema democrático. Insfrán, al proponer la reforma constitucional, parece haber entendido este mensaje, utilizándolo como una plataforma para legitimar su liderazgo y garantizar la estabilidad política de su provincia.

Insfrán, el estratega

Lejos de resignarse al fallo adverso, Insfrán demuestra que en política, como en el ajedrez, las mejores jugadas no siempre son las que aseguran la victoria inmediata, sino las que construyen una posición de fuerza a largo plazo. Su propuesta de reforma constitucional es un claro ejemplo de cómo convertir una aparente derrota en una oportunidad para fortalecer su liderazgo y redefinir las reglas del juego político.

Gildo Insfrán, una vez más, muestra que no es solo un líder provincial, sino un estratega político que entiende las complejidades del poder y sabe cómo adaptarse para mantenerlo.

 

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