El juicio oral contra el ex secretario penal del Juzgado Federal de Corrientes, Pablo Molina, inició este viernes por acusaciones de escuchas ilegales y amenazas a su esposa. En la causa el exjuez Carlos Soto Dávila, fue sobreseído.
Se trató de uno de los hecho más escandalosos que se desprendió de una investigación conexa con la causa Sapucay, donde descubrieron un insólito entramado de violencia de género y el “armado” de una causa por narcotráfico.
Prevén que el juicio se lleve a cabo en dos meses, causa que presidirá el presidente del Tribunal al juez de Misiones Manuel Jesús Moreyra.
Completan la terna Fabián Gustavo Cardozo de Misiones y Jorge Sebastián Gallino, de Concepción del Uruguay, Entre Rios, según anunciaron a El Litoral.
De acuerdo con lo que hallaron los fiscales que investigaron la causa Sapucay con epicentro en la localidad de Itatí, entre septiembre y octubre de 2014 se ordenó desde el juzgado federal de Corrientes la intervención de dos líneas telefónicas en Corrientes, bajo el argumento de que estaban vinculadas a una causa por presunta infracción a la Ley 23.737 (de Drogas).
Sin embargo, las grabaciones obtenidas por la División Operaciones Especiales Antidrogas de Gendarmería y ejecutadas por la AFI no arrojaron pruebas relacionadas con el narcotráfico.
Los CD con las escuchas revelaron que Molina ordenó interceptar las comunicaciones de su esposa y de su exnovio en un contexto marcado por los celos y la violencia, según se desprende del expediente.
Por este motivo se inició una nueva investigación por la cual Molina quedó implicado en los delitos de “abuso de autoridad”, “violación de los deberes de funcionario público”, “falsedad ideológica” y “amenazas” hacia su esposa.
Otro dato que saltó a la luz es que los empleados del juzgado federal de Corrientes que realizaban un inventario en la secretaría que estuvo a cargo de Molina encontraron 28 discos compactos con escuchas telefónicas. Poco después se determinó que esas grabaciones correspondían al período entre el 18 de septiembre y el 1 de octubre de 2014.
Aunque formalmente estaban ligadas a una investigación de narcotráfico, las grabaciones evidenciaron un uso indebido del poder y un comportamiento violento por parte de Molina.
"Yo no estaba así ni ayer, ni antes de ayer, ni el otro día, a vos no te calentó, a vos no te calentó, a vos no te calienta hoy, a vos te calienta resguardar tu integridad física, esa te calienta. ¿Vos pensás que yo no te puedo cagar a tiros o a trompadas cuando se me canta el orto a mí? (....) Pero si a vos no te entran las balas... ¿Para qué te voy a cagar a trompadas?", le dijo Molina a su pareja en una de las grabaciones encontradas.