Claudio “Thor” Scheihng —diseñador gráfico, histórico programador de radio y actual integrante del directorio del Club de la Libertad— repasó su recorrido personal y político, y reflexionó sobre el crecimiento de la organización en una década marcada por el ascenso de Javier Milei y la expansión del pensamiento liberal.
Su vínculo con el Club de la Libertad llegó primero desde la colaboración. No fue fundador, pero se integró desde sus principios y terminó aportando algo que quedó como marca: la imagen institucional y la antorcha que hoy define al espacio.
“Un día les dije: tengo que darle una mano a estos muchachos. La identidad visual que tenían no representaba lo que querían ser. De ahí nace la antorcha del Club.”
Sobre el símbolo, explicó: “La libertad es una llama sostenida. No es luz natural: hay que sostenerla con seres humanos”.
Cinco años después de colaborar ad honorem, recibió un reconocimiento inesperado: “Me sumaron al directorio. Fue un honor que no esperaba”.
Thor destacó que el Club de la Libertad creció con un rasgo poco común: “No había poder, ni cargos, ni expectativas de un puesto. Los jóvenes estaban ahí porque creían en la necesidad de difundir ideas”.
Esa construcción, afirmó, volvió palpable algo que para él define a Corrientes: “El correntino tiene un pensamiento íntimo libertario, aunque no siempre lo sepa”.
Mirá la nota completa