El productor hortícola José Soto, de la zona de Lavalle, advirtió que si bien los precios del tomate correntino mejoraron en las últimas semanas, la situación del sector sigue siendo delicada y con un panorama a futuro poco alentador. "Quienes no tienen hacienda dependen de que en los próximos cinco o seis meses el precio se mantenga razonable para “barajar y dar de nuevo", destacó en Hoja de Ruta.
Actualmente, un cajón de 18 kilos de tomate producido en Corrientes se comercializa a $15.000, mientras que el proveniente de Salta alcanza los $30.000 debido a su mejor calidad. La diferencia, explicó Soto, se debe a que los productores correntinos no contaron con los recursos necesarios para adquirir los insumos básicos. “La calidad del tomate no es la misma porque no pudimos invertir en nitrato de potasio, calcio, magnesio y otros fertilizantes. Con precios bajos de $2.000 o $3.000 por cajón, apenas alcanzaba para pagar salarios, impuestos y combustible”, señaló.
Muchos productores se vieron obligados a vender hacienda para cumplir con proveedores y saldar deudas de campañas anteriores. “Es muy difícil proyectar, ni siquiera a mediano plazo. El que no tiene hacienda depende de que en los próximos cinco o seis meses los precios se mantengan razonables para pagar cuentas y volver a empezar”, advirtió.
La falta de apoyo estatal agrava la situación. Según Soto, el 90% de los pequeños y medianos productores de la zona no están bancarizados, lo que los excluye de programas y subsidios oficiales. “Nos dijeron que para acceder a ayuda había que estar bancarizados, pero acá se vive al día y eso es imposible”, explicó.
En paralelo, los productores también enfrentan robos en zonas rurales, como bombas de agua y ganado, que generan un frente más de preocupación. “Lamentablemente, se ha perdido la cultura del trabajo y el respeto. Esto pasa en todo el país”, lamentó.
En Santa Lucía existen unas 1.400 hectáreas de producción hortícola, con fuerte presencia de la colectividad boliviana, aunque no hay un censo actualizado que permita dimensionar con exactitud la magnitud del sector. La reciente conformación de una sociedad rural busca nuclear a los productores locales, aunque aún no está formalmente inaugurada. “Los insumos se compran en dólares, pero vendemos en pesos y con un mercado en recesión. El productor no forma precios, solo queda seguir luchándola como siempre”, concluyó Soto.
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