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Ahora toca andar

La expectativa de un gobierno estable ante el desafío de generar cambios.

Por El Litoral

Jueves, 11 de diciembre de 2025 a las 08:22

Juan Pablo Valdés asume con el desafío de traducir en hechos la continuidad con cambio.

La principal característica de esta renovación en el Gobierno de Corrientes es la confianza, basada no solo en la expectativa de un electorado que se volcó mayoritariamente a buscar la estabilidad que supo sostener la administración Valdés durante ocho años hacia adentro de la provincia (gobernabilidad, previsibilidad, estructuras duraderas), sino también en que los vaivenes de la política y la economía nacional no caucen sarandeos desde afuera.

Pero asimismo, la confianza es la marca de este sello llamado continuidad, hecho con tinta radical y pulso familiar: lo propuso su hermano y lo eligieron los radicales, para que sea la provincia la que luego lo decida.

Así ocurrió. Hubo un plan y dio resultado. ¿El responsable? Gustavo Valdés. Políticamente le salieron todas. O al menos las más importantes, las decisivas.

Eso, además de haber moldeado su administración con un temperamento cuya principal herramienta fue el uso del tiempo en plazos largos.

Ahora, lo que tiene Juan Pablo es tiempo y las manos libres, sin el peso con el que debió asumir su hermano, que tuvo la carga de un predecesor con voluntad de comandancia permanente.

Pero construyó su propio liderazgo con los recursos que dispuso y supo usar, principalmente, en la Capital, un bastión considerado en menor medida por el gobernador Ricardo Colombi.

Otra razón por la cual se puede decir que Juan Pablo Valdés tiene las manos libres para actuar es que el escenario muestra una oposición que parece haber quedado reducida. Tanto en su volumen como en su poder de fuego.

Se hizo notable en Diputados el martes, donde se puso a prueba un consenso cuyas costuras también salieron de la mano de Juan Pablo, para incorporar después de largos años al peronismo a la mesa directiva de la Cámara baja, ungir presidente a Eduardo Tassano y dejar afuera del reparto a los libertarios y a Gustavo Canteros.

Ahora, ¿Modificará la Ley de Ministerios? La geografía política del elenco que se despide este miércoles parece mostrar otro desafío, un ripio de textura diferente en el que también habrá que trotar.

Ahora le queda andar.

Sostener los acuerdos que le permitan trabajar sin sobresaltos y traducir en hechos aquello de que encabeza una continuidad con cambio.

Mostró su hoja de ruta y evidenció que la continuidad será trabajar con aquellos tres ejes con los que asumió su hermano mayor (modernización, desarrollo e inclusión), le toca ahora hacer para que eso se convierta en evolución, futuro y mejores servicios con alcance a 1,2 millones de personas que habitan la provincia.

Explicó que se ocupará primordialmente de generar condiciones para la creación de empleo, así como de acentuar los servicios de la tecnología en el Estado para mejorar con una "transformación" -según dijo-, la salud, la educación y la seguridad.

Y además, garantizó que la inversión en obra pública seguirá transmitiéndose con criterio territorial para continuar el riego del vergel de votos que se refleja en los municipios a partir del pavimento, luces led y plazas.

Agradeció a Gustavo la "base sólida" que le deja y prometió no endeudar al Estado, pagar en tiempo y forma sueldos y jubilaciones y avisó: el equipo lo conformará "sin distinción de partidos políticos".

Ahora le queda andar. Y decidir.

(Por Juan Manuel Laprovitta.)

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