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El símbolo más allá del acto

Lunes, 01 de septiembre de 2025 a las 03:51

El candidato oficialista Juan Pablo Valdes ganó las elecciones provinciales seguido de “Tincho” Ascua, Ricardo Colombi y Lisandro Almirón.
El triunfo de Juan Pablo Valdés consolida el poder de su hermano Gustavo como el responsable de una gestión de gobierno que logró la aprobación de la ciudadanía, pero también lo reafirma como el estratega político que pudo ver y tocar el futuro. 
Es necesario recordar siempre que los líderes pueden escuchar a un numeroso cuerpo de asesores políticos y comunicacionales, pero a la hora de la verdad, siempre están solos y en esa brutal soledad, toman las decisiones que lo mantienen o lo alejan del poder. 
Después obviamente llega la construcción de estructuras compartidas con personas de confianza y luego las alianzas electorales.
Gustavo Valdés manejó en estos últimos años con destreza la doble dimensión de la política: la del ejercicio cotidiano del poder a secas y del gobierno y por eso ahora el interrogante es saber cuál será su papel futuro ya que los líderes de este porte no son fácilmente domesticables.
Como si esto fuera poco, el triunfo provincial se inscribe en un armado nacional de consolidación de un frente de gobernadores que le discute el poder del presidente Javier Milei.
Recordemos que días atrás, tarde pero seguro, el gobernador anunció su incorporación a “Provincias Unidas” y por ese motivo, ayer a la tardecita fueron sumándose a los festejos en la capital correntina Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero (Chaco). No llegaron pero festejaron Martín Llaryora y Juan Schiaretti (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos).Valdés se paró en el púlpito nacional y dijo: “Al pueblo argentino decirle que nosotros los correntinos estamos dispuestos a seguir caminando juntos. Únicamente el diálogo maduro, la sensatez, la humildad y el consenso construyen a las naciones y las hacen grandes”, dijo. La lectura es simple, Valdés manejó los tiempos y su olfato le dijo que este era el tiempo de adherir a ese espacio. Estos hechos y estos tiempos no siempre son fáciles de predecir o entender. 
Las demoras o las ansiedades de los conductores de estos procesos son personales. En este sentido la oportunidad de la decisión es estratégica porque lo ubica en el primer plano de la política nacional. El símbolo siempre va más allá del acto. La puesta electoral de ayer legitimó la confianza en la alianza de gobierno y a la vez demostró la ausencia de opciones preferibles, lo que abre un interrogante sobre quiénes serán los encargados de construir el espacio opositor necesario que opere como contrapeso de la actual hegemonía.El actual poder de Valdés nace hace mucho con Ricardo Colombi, que fue variando de aliados, pero manteniendo con mano firme el rumbo. Hubo una continuidad a pesar de las variaciones en la conformación de las alianzas. Varió para mantener el dominio de un elenco de funcionarios de elite que también fue mutando de piel y ahora lo dejó.
La lenta disolución del poder de Ricardo Colombi no implica su muerte política, pero sí supone una reflexión sobre los argumentos, ideas y formas de comunicar en las prácticas actuales. Sumar las redes como herramienta después de haber pasado por alto el mundo digital tiene sus consecuencias. Uno no es moderno porque dice que es moderno, y esta afirmación no solo refiere a las tecnologías sino a un nuevo universo simbólico que necesita digestión, no solo apropiación. En democracia no hay ni triunfos ni derrotas definitivas, por eso y porque Colombi es un animal político inteligente y voraz, esta derrota no es el final.
“Estoy muy contento, estoy feliz. Quiero agradecerles a todos los partidos, a los dirigentes, a los jóvenes, a las mujeres y a los hombres que creyeron que podíamos tener un mejor futuro en Corrientes”, dijo Juan Pablo y agradeció “la fortaleza de Gustavo que me apoyó. Hoy Corrientes ha decidido que tiene un nuevo gobernador en primera vuelta. Cerramos esta página y empezamos a trabajar juntos en el futuro”, afirmó ayer en el Comité radical.
Entramos en una etapa de redefinición del poder en la provincia donde La Libertad Avanza y el Justicialismo tienen tareas por delante. Un reclamo de los dirigentes de ambos espacios es común en el sentido de recuperar la autonomía cedida. El futuro es aún indescifrable.

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