Durante el panel “Cadena de ganados y carnes: el desafío de trabajar bajo una mirada integral y estratégica del sector” que llevó a cabo durante el 4º Congreso Federal Ganadero de Rosgan, Alfredo Cassani, CEO del Grupo Lequio; Fernando Storni, presidente de la Cámara Argentina de Feedlot; Miguel De Achaval, presidente de Inversora Juramento; y Berardo Vignatti, presidente Carsfe, plantearon que la eficiencia es el denominador común y la clave para transformar la oportunidad actual en una ventaja competitiva de largo plazo.
Alfredo Cassani, recién llegado de un viaje a China, destacó que el contexto internacional es excepcionalmente favorable, y señaló: "Asia cada vez consume más carne y se van occidentalizando en su manera de consumir proteína vacuna, Europa que se ha quedado sin carne, y nuestros competidores como Estados Unidos está pasando un momento crítico de falta de carne".
Sin embargo, Cassani fue enfático al señalar las deficiencias locales: Argentina todavía tiene problemas en la presentación de la carne y en la uniformidad del producto. Puntualizó: "Argentina tiene dos grandes problemas. Un problema sobre los costos argentinos y por otro lado que nuestra carne no es a preferencia de muchos mercados la mejor carne del mundo".
En ese sentido, se refirió a que la principal barrera reside en el bajo peso de faena, que pone al país en clara desventaja frente a sus competidores. Cassani detalló que Argentina promedia los 230 kg por carcasa, mientras que países limítrofes alcanzan los 270 kg, Australia los 300 kg y Estados Unidos llega a los 400 kg. Para sortear esta brecha, el sector debe enfocarse en "meterle más kilo al animal", lo que implica mejorar la alimentación y cambiar el esquema productivo para permitir la utilización de promotores de crecimiento, resaltó.
Storni, en representación del sector feedlotero, coincidió en la necesidad de suplir la falta de cabezas con mayor eficiencia en kilos. Aunque consideró que el sector del feedlot está consolidado para abastecer la demanda de calidad, remarcó que las trabas estructurales argentinas neutralizan gran parte de la potencial rentabilidad. Alertó sobre los obstáculos macroeconómicos: "tenemos temas de competitividad muy complejos".