¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

PUBLICIDAD

El encuentro de Ferré y Lavalle en la casa de la estancia “La Luz”

Por El Litoral

Miércoles, 20 de junio de 2007 a las 21:00
En este salón conferenciaron Ferré y Lavalle y quedó constituido el 2º Ejército Libertador.
La estancia del coronel Antonio Llopart es el lugar que deciden se aloje el general Juan “Galo” Lavalle, quien fuera la primer espada de San Martín y el héroe de Riobamba. Corrientes y el sur de la provincia en especial, aún vivían el luto de la tragedia de Pago Largo. Habían pasado tan sólo seis meses y la Provincia otra vez se armaba contral Juan Manuel de Rosas.
El 31 de marzo fue una jornada trágica en la que murieron 2.500 correntinos, incluyendo su gobernador, Genaro Berón de Astrada. Era mediodía y las tropas se aprestaban a comer agobiadas por el sol y el calor. El ejército correntino de 4.500 soldados estaba integrado en su mayoría por inexpertos reclutas y oficiales, que en su mayoría ni uniformes tenían, llevando como única divisa una cinta celeste y blanca puesta en el sombrero con la inscripción “Ejército Libertador”.
Avistados los correntinos, Pascual Echagüe dispuso la orden de batalla. Todos los correntinos y su jefe Berón de Astrada se batieron heroicamente. Según la tradición, cuando se le aconsejó que huyera porque ya no había esperanza de frenar la derrota, contestó al capitán Justino Silva: “Seguid vosotros, yo he venido a vencer o a morir”. La muerte fue lo que halló: 18 lanzazos tenía su cuerpo.
Corrientes procuró darle el poder a Pedro Ferré, pero el triunfador Echagüe no lo permitió e instruyó que elijan gobernador a un hombre de su confianza. Así fue gobernador el Comandante José Antonio Romero.
Cuando comenzaba Echagüe la evacuación, además de considerar dominada la situación, no se sentía del todo seguro con relación a las asechanzas a la que podía estar expuesto su gobernador de confianza y le escribía desde Mocoretá diciéndole que te tenga cuidado y que no se descuide, porque los revolucionarios estarían prestos para recuperar el control de la provincia. No estaba equivocado Echagüe.

Proclama de Lavalle

El general Juan “Galo” Lavalle expresa por entonces: “Os brindo un rango en mis filas para pelear contra el salvaje que os asesina y os vende, so pretexto hipócrita de amigo de los pobres. Dóciles a las voluntades victoriosas de los pueblos, nosotros venimos a someternos a ellas con honor y gritar, si es necesario, a la faz de la Nación: ¡Viva el gobierno republicano, representativo y federal! Federal o unitario seré lo que me imponga el pueblo”. Y dirigido a comerciantes, importadores y exportadores dice: “Vosotros también sois invitados a pelear contra el poder que ha cerrado los puertos, arruinado el comercio y aniquilado el movimiento de la Nación”. Finalmente expresaba Lavalle: “Este poder que ha cerrado nuestros puertos no es el de Luis Felipe de Francia, como más de un despistado pudiera imaginar, sino el de don Juan Manuel de Rosas”.
En tanto fusilan a Domingo Cullen, es ultimado en su despacho el Presidente de la Legislatura de Buenos Aires, doctor Manuel Vicente Maza. La Comisión Argentina entusiasma a Lavalle, quien estaba auto-exiliado desde hacía 10 años en el Uruguay, a que se ponga al frente de la lucha contra Rosas. El héroe de Riobamba e Ituzaingó se encontraba radicado en Mercedes, Uruguay, donde recibió el 28 de junio la visita de Florencio Varela, quien luego de charlar por espacio de horas, convenció al prestigioso general de las bondades que para la civilización traería la caída de Rosas.
Lavalle aceptó el desafío y se dirigió a Montevideo donde encontró el rechazo del presidente Fructuoso Rivera. Pero los emigrados, tras una ardua tarea de persuasión, convencieron a Rivera de la importancia de contar con Lavalle en las filas de la causa, aunque Lavalle tuvo que expresar primero, su obediencia al jefe oriental, como una condición para contar con el apoyo necesario, al menos para procurar llegar a Corrientes, donde si sabía que iba a contar con un gran ejército para cumplir con su cometido.

Cruzada libertaria

Lavalle sale de Montevideo rumbo a Martín García al frente de 130 hombres. Lo hace vestido de general y luciendo una divisa celeste “unitaria” con la inscripción “Libertad o muerte‘. El 5 de septiembre, transportado en los buques franceses ‘Expeditive”, “Vigilant”, “Bordelaise” y “Ana”, Lavalle desembarca en Entre Ríos al frente de 350 hombres y se dirige a Corrientes. Antes, el 22 de septiembre, derrota en Yeruá a las tropas del gobernador interino Vicente Zapata, derrotándolas completamente y despeja el camino hacia Corrientes.

Contrarrevolución en Corrientes

Al llegar la noticia del triunfo de Lavalle, muchos jefes y oficiales que permanecieron en Corrientes por consejo de Pedro Ferré, aunque sea soportando el gobierno de Romero, consideraron que llegó el momento y decidieron, el 6 de octubre, la destitución del hombre de Echagüe y de Rosas. Ese mismo día la Legislatura eligió a Pedro Ferré gobernador y lo invistieron de amplias facultades en lo referente a la Paz y la Guerra.
Su primer viaje lo hace a Curuzú Cuatiá, a donde lo recibe al general Lavalle el 18 de octubre. Es acogido con alborozo por los habitantes de la Villa y se aloja en la Casa de la estancia “La Luz”, propiedad del coronel Antonio Llopar. La casa hoy está bien conservada, aunque con su lógico desgaste, ubicada a 20 kilómetros de la ciudad, en las cercanías del Paraje Yaguarí. Hoy es propiedad del famoso músico Juancito Güenaga.
Ferré tenía decidido designarlo a Lavalle General en Jefe del 2º Ejército Libertador. El encuentro se produce y no coincidieron en principio sobre la manera de llevar adelante la guerra contra Rosas. El porteño creía en la necesidad de llevar la lucha a Buenos Aires y Ferré, con la responsabilidad de cuidar su provincia, consideraba que primero era necesario liquidar el peligro de Echagüe y después encarar el pasaje del río Paraná para atacar Buenos Aires.
Con esta designación Lavalle perdía su independencia para actuar como mejor creyera y no podía disponer del Ejército libremente para llevar adelante sus planes, sin la autorización del Gobierno de Corrientes.
Ferré comunica el 23 de octubre sobre la decisión de reiniciar la guerra contra el gobernador de Buenos Aires Juan Manuel de Rosas y anuncia la incorporación de Juan Lavalle, con sus hombres, al ejército de Corrientes.
Lavalle finalmente partió el 27 de febrero de 1840 del campamento de Rincón del Ombú. Su Ejército estaba integrado por 3.360 hombres (menos la reserva), 531 eran de infantería y 58 de artillería, con dos piezas de a cuatro. La división y las legiones llevaban los nombres de sus respectivos jefes. Se destacaban el coronel José López (a) López Chico y el general Vicente Ramírez.
Iniciaron la marcha libertadora con gran entusiasmo y valentía, de los que hicieron derroche, entonando la canción guerrera que habían adoptado, el himno “A la lid” atribuido al poeta uruguayo Francisco Acuña de Figueroa:
Más de cuatro meses estuvo el general porteño en Curuzú Cuatiá. “La Luz”, esa casona que lo albergó es una obsesión permanente del ex Intendente y Ministro de Educación doctor René Borderes. Él la visita cuantas veces puede y hace de guía a quien la quiera conocer. Siempre con la autorización generosa de su actual propietario, Juancito Güenaga.

Últimas noticias

PUBLICIDAD