“El legado del Taita” fue grabado entre los meses de mayo y junio en esta capital y constituye el primer trabajo discográfico del joven músico que es tercera generación de una familia de prosapia chamamecera.
Gabriel Cocomarola, lleva desarrollado un breve trayecto profesional. Su aprendizaje musical iniciado a la edad de 10 años, lejos de ser su primer contacto con la música de Corrientes, lo ha vinculado a maestros tales como Bruno Mendoza, Roque L. González y Jorge Balmaceda.
Al igual que su abuelo, Mario del Tránsito Cocomarola, su cordón umbilical con el folklore de su provincia está dado por la ejecución de dos instrumentos de fuelle. El acordeón y el bandoneón. Al igual que Tránsito, su definición prioritaria, está dada por la elección del bandoneón.
Ambos recursos posibilitan recorrer la prolífica composición de Cocomarola, afirmación que equivale a decir que el manejo del acordeón le permite emular los primeros pasos del Taita. El título del álbum, lo advierte.
Gabriel nació el 24 de marzo de 1987 en un escenario familiar con características peculiares. Su padre, Mario del Tránsito Cocomarola (h) más conocido como Coquimarola, músico, compositor, acordeonista y director de su propia agrupación desarrollaba ya una importante carrera artística.
Su abuelo, Mario del Tránsito Cocomarola, reconocido y fundamental creador e intérprete del "Chamamé" -junto a Ernesto Montiel, Isaco Abitbol, y Tarragó Ros-, autor de Kilómetro 11, uno de los himnos del género y de más de 200 obras registradas en SADAIC, y hacedor de innumerables éxitos, había dejado grabados 124 títulos en la compañía Odeón y alrededor de 250 en el sello Philips. El "Taita del Chamamé", había partido el 19 de septiembre de 1974, y el gobierno de la provincia de Corrientes por Ley 3278 había instituido a la fecha, conmemorativa del Día del Chamamé. Y la familia, llevaba adelante un proyecto de divulgación y enseñanza de la obra de su abuelo, a través de la creación de la Fundación Cocomarola.
El joven, afirma su padre, adoptó individualmente la decisión de sumarse a la historia musical de la familia. De ahí que las emotivas palabras del músico dedicadas a su hijo acompañan la portada del disco compacto: "Que siguieras las huellas de tu abuelo, fue decisión del cielo", vayan acompañadas de una profunda y notable expresión de deseo: "Que eches raíces profundas que te amarren para siempre a esta tierra, a la que honramos con el arte del Taita, sangre y sello de la cultura de nuestro pueblo".
(Colaboración de Mónica Torrez)