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Dolor de oído en niños: qué hacer para calmarlo

El dolor de oídos es frecuente en los chicos, principalmente en niños menores de 3 años, y una de las situaciones de mayor preocupación por lo molesto del cuadro y porque, de no tratarse en forma adecuada, podría derivar en complicaciones.  

 La presencia molesta, intrusiva y repentina, acompañada de gritos y llantos, del dolor de oídos puede ser una verdadera pesadilla para las niñas y los niños más pequeños. De aparición brusca y súbita es más fácil de detectar en los niños mayores que suelen señalar la zona del oído al sentir dolor, que en los bebés que emiten varias señales. Su dolor se evidencia por el comienzo de un llanto intenso que aumenta al acostarlo y no cede. 

Ante esta situación es imprescindible un examen del oído realizado por el médico especialista para que confirme si se trata de un problema vinculado al órgano auditivo. El cuadro puede acompañarse con fiebre y sangrado o salida de líquido por el oído.

Al respecto la doctora María Andrea Ricardo, jefa del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Británico, miembro de la Asociación de Otorrinolaringología de la Ciudad de Buenos Aires y de la Federación Argentina de Sociedades Otorrinolaringológicas, respondió una serie de dudas para una publicación nacional. 

¿Qué puede provocar el dolor 

de oído?

La aparición de dolor de oído puede estar o no ligada a una afección del mismo, de intensidad variable, según su causa, podrá deberse a diferentes afecciones:

l Otitis: infección o inflamación de oído, que puede ser de la parte media (conducto audititvo) o del conducto externo. 

l Tapón de cera: cerumen endurecido muy grande o impactado por el uso de hisopos.

l Introducción de cuerpos extraños: en el conducto auditivo externo, como puede ser una bolita de algún collar, o pedacitos de papel u algodón que el mismo niño se coloque en su oído. Es imprescindible enseñar a los niños a no poner nada dentro de la oreja.

l Lesión de la membrana timpánica o del conducto auditivo externo.

l Disfunciones de la articulación de la mandíbula, que provoca dolor en el área del oído.

l Inflamación de la glándula parótida (paritoiditis o paperas): la parótida es una glándula salival, que se sitúa en ambos lados de la cara en ángulo de la mandíbula por delante y debajo de la oreja.

l Afecciones odontológicas: dolor de muelas que irradia al oído o infecciones dentales.

l Amigdalitis: cualquier infección en la garganta o angina puede irradiar el dolor hacia el oído.

Siempre es necesario consultar con un especialista para determinar la causa y el tratamiento correcto.

¿Cómo actuar ante el dolor 

de oído?

l Ante un cuadro de dolor de oído, darle al niño enseguida el analgésico utilizado habitualmente (por ejemplo ibuprofeno o similar) para calmar o reducir el dolor.

l Es importante nunca colocar gotas en el oído hasta que sea visto por un profesional, pues dificultan el examen del oído.

l Lo ideal es consultar directamente con un especialista ( un otorrinolaringólogo) pues este profesional cuenta con equipamiento adecuado para el examen (microscopio). Si esto no es posible, buscar cuanto antes que lo vea un pediatra.

¿Cómo detectar si se introdujo algún elemento en el oído y qué hacer en ese caso?

Normalmente es el propio niño el que manifiesta que le entró o que se puso algún objeto en el oído.

l Esa situación podrá ser asintomática (pasar desapercibida por un tiempo) o presentar diferentes signos y síntomas como supuración, sangrado, zumbidos, dolor de oído o disminución de la audición, dependiendo del tipo de cuerpo extraño.

l Nunca intentar la extracción en la casa con hisopos o instrumentos.

l El médico revisará el oído con un otoscopio y lo derivará a un otorrinolaringólogo para su extracción con el microscopio.

¿Cómo se trata cada afección?

El tratamiento siempre debe ser indicado por un médico. Generalmente se indica medicación por boca. Analgésicos para calmar el dolor, antiinflamatorios y antibióticos como parte del tratamiento de la enfermedad. Ocasionalmente pueden administrarse gotas localmente. En el caso de otitis media aguda es necesario tratar los posibles cuadros nasales acompañantes. En las otitis externas evitar el contacto con agua.

Cómo cuidar y limpiar los oídos

l Es importante entender que los oídos no requieren limpieza.

l Evitar el uso de hisopos es la primera medida, en la práctica se suele recurrir a ellos por lo fácil de su utilización pero genera con frecuencia más complicaciones que soluciones.

l Las limpiezas en caso de ser necesarias solo deben realizarlas los profesionales idóneos.

l Prevenir procesos catarrales, mocos. Consultar al profesional cuando los procesos catarrales se repiten o persisten.

l Cuando se programan vacaciones en lugares de playa o pileta es conveniente consultar al profesional para evaluar y determinar los cuidados individuales que necesitarán los oídos en dicha situación.

¿Escuchás bien?

Como recomendación final los profesionales consultados subrayan que la sospecha de posibles pérdidas auditivas no debe ser subestimada.Es importante hacer controles periódicos de audición ya que la visualización del oído y los estudios necesarios son rápidos, sencillos e indoloros y pueden detectar situaciones que predisponen a las infecciones.

Más info en:

www.gaesargentina.com.ar

 

CAUSAS

La infección del oído generalmente se debe a una bacteria y frecuentemente comienza después de que el niño tiene una infección de garganta, resfriado o catarro u otra infección de las vías respiratorias altas.

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Otitis más frecuentes

l En invierno, cuidado con el frío: la causa más frecuente de dolor de oído es la otitis media aguda, una afección que es más común en invierno y que generalmente afecta a niños que tienen un cuadro de congestión nasal.

l En verano, atención al agua: la otitis externa es la más común. Se origina por la entrada de agua al oído, sobre todo en los niños que permanecen mucho tiempo en el agua. En algunos casos el niño puede referir dolor de oído, pero este está dado por lesiones en regiones cercanas a este como, por ejemplo, anginas, muelas, articulación del maxilar.

¿Y si el dolor es crónico?

 

Signos de alerta importantes

Los siguientes son signos que deben alertar a padres y pediatras:

l Conductas del niño que provocan sospechas de pérdida auditiva.
l Salida de líquido del oído.
l Otitis a repetición.

En los niños el tipo de dolor de oído más común es agudo. Cuando el síntoma se hace crónico los especialistas orientan el diagnóstico hacia otro tipo cuadros más raros. El dolor también puede ser ocasionado por lesiones en zonas cercanas cómo puede ser una muela o problemas de la articulación del maxilar, que deberán ser atendidos por el odontólogo o el especialista en articulación témporo mandibular.